Por Juan García
26 de mayo de 2025A pesar de que hay ciertas reticencias en el sector sanitario para la incorporación de nuevas tecnologías, su avance está facilitando, aunque resulte paradójico, una atención más humana para los pacientes. Estas herramientas están permitiendo hacer una atención más personalizada, así como liberar a los profesionales de tareas más mecánicas. Desde la redacción de informes con ayuda de la Inteligencia Artificial (IA) a la monitorización de riesgos de infecciones en el quirófano, los gestores del Servicio de Salud Madrileño (Sermas) han explicado, en el marco de la jornada Health Goals Madrid, organizada por Medicina Responsable, cómo están aprovechando el potencial de las nuevas tecnologías y qué barreras se deben superar . Así lo han señalado durante la mesa redonda titulada “Innovación y digitalización en la sanidad”, moderada por el presidente de este medio, Ernesto Sáenz de Buruaga.
Son muchos los ejemplos de cómo la aplicación de las nuevas tecnologías está facilitando la labor de los profesionales sanitarios y acercando posturas entre ellos y con los pacientes, algo que el director gerente del Hospital Fundación Jiménez Díaz, Javier Arcos, ejemplifica con el estrechamiento de los lazos entre profesionales clínicos y gestores. Las tecnologías de la información han permitido la “confluencia” de las culturas de gestión clínica y organizativa para hacer entender a ambas ramas que “compartimos el mismo objetivo”. Así, apunta que se ha conseguido pasar de una medicina “muy basada en actos individuales” a una basada en “procesos” que involucran a equipos multidisciplinares.
Por su parte, el subdirector gerente del Hospital Universitario La Paz, Javier Cobas, ha expuesto cómo desde su centro han impulsado el manejo de imágenes 3D para hacer “trabajos previos a la intervención quirúrgica o diseñar prótesis a medida para los pacientes”. El doctor Arcos ha señalado una de las iniciativas puestas en marcha en su hospital para aprovechar la IA, como es el programa para la vigilancia de cirugías con mayor riesgo de infecciones, vaticinando que en pocos años esta monitorización podrá hacerse “en tiempo real”. También ha destacado la incorporación de un sistema que escucha la conversación médico paciente, generando un informe estructurado que elimina la información accesoria de forma rápida y “totalmente segura”.
Siendo la digitalización una realidad asentada en la práctica sanitaria, el reto ahora es avanzar en la incorporación de las últimas posibilidades que ofrece la tecnología, además de hacer que vayan calando en el día a día de la práctica clínica de facultativos y demás profesionales sanitarios.
También la telemedicina ha sido objeto de discusión, representando 300.000 consultas del millón y medio realizadas en la Fundación Jiménez Díaz. “Esto abre un abanico inmenso para contactar con los pacientes si esta información está bien organizada”, ha señalado el gerente de este hospital madrileño. Este campo no se limita a la eliminación de la presencialidad para pasar consultas, sino que se amplía con la instauración de “sistemas de alerta en tiempo real para mejorar los procesos internos en el hospital”.
En cuanto a las limitaciones para su puesta en marcha, el doctor Cobas ha apuntado que la implementación de herramientas para desburocratizar las labores del médico “lleva más tiempo y cuesta más porque la organización necesita una integración en base a la historia clínica que es difícil por la privacidad de datos”.
La gobernanza del dato ha sido otro de los temas centrales del debate, resaltando la importancia de preservar su confidencialidad, seguridad y hacer un correcto cribado de lo importante y lo accesorio. El objetivo, según han resaltado los ponentes es avanzar en la interoperabilidad de esta información, algo para lo cual la actual legislación europea de protección de datos plantea importantes desafíos.
Esto es algo que el doctor Cobas ha puesto de manifiesto con la puesta en marcha de un reservorio de datos a nivel autonómico entre todos los hospitales y centros de primaria que, aun estando “en fase de limpieza de datos para comprobar el valor que tienen” está dando pie a inculcar y formar a los profesionales en el campo. En este sentido, destaca que “falta cultura del dato entre los profesionales”, algo que para su colega Arcos es fundamental. Este doctor entiende que “la reticencia al cambio se minimiza cuando se invierte en estrategias de información” guiadas a los profesionales y pacientes, para los que considera fundamental desarrollar estrategias que generen “confianza” a través de la transparencia, favoreciendo que el paciente tenga acceso a su información clínica.
Para este directivo se trata de inculcar la visión de estas herramientas como un aliado de médicos y pacientes para desterrar los miedos y dudas que expresan unos y otros sobre su uso. La clave, concluye que consiste en entender que “la introducción de estas herramientas lo que viene es a optimizar los procesos”.