Los profesionales sanitarios, homenajeados bajo “El árbol de la vida”

En el año 2020, la Fundación A.M.A. donó al Ayuntamiento de Madrid la escultura “El árbol de la vida”, del artista Jaume Plensa, en homenaje a los sanitarios y a su lucha contra la COVID-19. Hoy, bajo la sombra del gran corazón rojo que representa y la columna blanca de letras que lo sostiene a 7,65 metros de altura, ha tenido lugar un acto de reconocimiento a este colectivo.

A él han acudido la ministra de Sanidad, Mónica García; el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; la consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute; el presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Tomás Cobo Castro; autoridades militares y presidentes de los colegios profesionales del sector sanitario. 

El acto, organizado por la OMC, ha sido inaugurado con una canción interpretada por la soprano Ainhoa Arteta y conducido por el periodista Ángel Expósito, que ha recordado varias experiencias que vivió en las primeras semanas de la pandemia. “No se me olvida el ejemplo de fortaleza de dos enfermeras a las que vi trabajar, ni la sensación de orgullo que sentí, como ciudadano y español, al ser testigo de la labor de un soldado. Tampoco, el trabajo humilde y heroico de un barrendero, que podría haberse contagiado mientras recogía mascarillas”, ha manifestado. 

Por su parte, Tomás Cobo ha señalado que el encuentro supone “un homenaje al cumplimiento del deber y a la dignidad del ser humano. Se nos ha olvidado que la humanidad estuvo al borde del abismo. La principal herramienta que tuvimos fue la cooperación y esta es la característica esencial del ser humano”.

“Importante, emotivo y esperanzador”. Con estas palabras ha definido el acto la consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, quien ha querido recordar “la dureza” de los días de pandemia y cómo supimos elevarnos como sistema de salud fuerte y sociedad. Según Matute, los profesionales sanitarios sacaron durante la pandemia “lo mejor desde lo más profundo de su ser”. Para la consejera, la sociedad tiene que sentirse orgullosa de ellos y de los que se fueron salvando vidas. “La memoria es siempre un deber”, ha señalado. 

Una deuda de gratitud impagable

Antes de la intervención del alcalde, Ainhoa Arteta ha vuelto a subirse al escenario para cantar “Alfonsina y el mar”, mientras se proyectaban a su espalda instantáneas que la fotógrafa Natalia García tomó en el Hospital de Getafe durante la crisis sanitaria. Después de este emotivo momento, Martínez-Almeida ha recordado Madrid en aquella época. “Era un pozo de desencanto y tristeza. Jamás podré olvidar el Palacio de Hielo y los más de 300 ataúdes que había allí”, ha dicho. A continuación, se ha dirigido a los profesionales de la Sanidad agradeciendo su trabajo. “Nos dijisteis que no teníamos derecho a dejar de luchar y que, entre todos, seríamos capaces de salir de la situación. No hubiera sido posible sin vuestro ejemplo. Siempre tendremos una deuda de gratitud impagable”, ha manifestado.

Mónica García ha sido la última en participar en el acto y, como ha comentado, lo ha hecho como sanitaria más que como ministra. Al tomar la palabra, ha recordado cómo vivió la pandemia como médico y la manera en que puede invertirlo en su actual trabajo. “No olvido lo que pasó. No puedo olvidar a los compañeros exhaustos, llorando… No dábamos abasto. Hay que transformar esos aprendizajes en políticas reales”. En varias ocasiones, la titular de Sanidad ha subrayado que los sanitarios “no son héroes, sino personas de carne y hueso, profesionales con vocación”. Y, por ello, ha subrayado que la mejor forma de reconocer su labor es cuidarles día a día. “La pandemia nos dio una oportunidad que no podemos olvidar. Nos abrió la ventana de la solidaridad, de la empatía”, ha concluido.

El homenaje a los profesionales sanitarios ha finalizado con unas palabras de agradecimiento de Arteta, que recordó su experiencia como paciente de la COVID-19 en un hospital. A raíz de lo que vivió en la pandemia, puso letra a la canción “Aleluya”, que se viralizó y con la que ha puesto punto y final al acto. 

 

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