Las comunidades debaten sobre las necesidades del sistema sanitario público

Uno de los puntos fuertes de la segunda jornada del 23º Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria, organizado por la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) y la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería (ANDE), ha sido, sin lugar a dudas, la mesa institucional de consejeros en la que han participado el consejero de salud de la Junta de Galicia, Julio García Comesaña; la consejera de sanidad de Aragón, Sira Repollés Lasheras y la consejera de salud y consumo de las Islas Baleares, Patricia Gómez i Picard. El debate, moderado por el presidente de SEDISA, José Soto Bonel, ha girado en torno a la gestión en torno a las personas que se hace en las distintas Comunidades Autónomas. 

“Lo primero que necesitamos para gestionar por y para las personas es una inversión suficiente”, ha comenzado diciendo la consejera de salud y consumo de Baleares. “Hemos vivido momentos de desinversión en salud y no podemos permitir esto. El incremento del 70% del presupuesto en Baleares nos ha permitido avanzar y hacer mejoras en el sector, como en la contratación de personal. Desde 2015 contamos con 5.000 profesionales sanitarios más, además, estables, y el año que viene probablemente tengamos solo un 8% de contratos eventuales, mucho menos que hace unos años”. Por su parte, Gómez i Picard ha subrayado que el objetivo debería ser que la población no enferme y por tanto dedicar mucho más a la salud pública. “Tenemos que dar respuesta a las preocupaciones de la sociedad, que son las listas de espera, la salud mental y la atención a la cronificación”. 

Sira Repollés, de Aragón, ha destacado que el sistema sanitario español ha sido líder en todo el mundo y tenemos que conseguir que la población siga pensando que su sistema les aporta valor. “En este sentido, gestionar con los nuevos perfiles profesionales, los nuevos problemas que tiene la población, etc., es un reto y una necesidad. Para ello tenemos que escucharlos a todos, a los médicos, a los pacientes, a las sociedades científicas y también entre grupos políticos”. Asimismo, ha comentado que tenemos que “abrazar” la innovación porque será lo que permita “dar vida a los años y no años a la vida” avanzando en prevención y en toma de decisiones compartidas. 

“En sanidad parece que somos más reacios a hacer ese cambio tecnológico que se está viendo en otros sectores, pero creo que es una cuestión de tiempo, al igual que ese papel mas protagonista del paciente, que tiene que llegar, y yo creo que está llegando”, ha expuesto en esta misma línea el consejero de salud de Galicia, quien también ha añadido que la atención primaria, como eje vertebrador, tendría que asumir mayor relevancia. “Es mejor tener a los pacientes en la atención primaria que en los hospitales. Los ciudadanos deberían participar mas en todos los procesos, por ejemplo, podrían ser ellos los que incluyan información en su historia clínica digitalizada, como el nivel de glucosa o la tensión. En definitiva, los pacientes necesitan la primaria”. También ha aprovechado para indicar que, si este servicio se puede dar a través de herramientas como la tele consulta, permitirá que los pacientes estén donde quieran estar en todo momento, a excepción de situaciones agudas. 

Escuchar a todos los actores

Para lograr avances y mejoras en el sector sanitario se debe prestar atención a todas las personas que están en el sistema. Patricia Gómez i Picard ha explicado que, en Baleares, “estamos llevando a cabo una estrategia de salud en la que hemos escuchado a todos los profesionales y han sido ellos los que han dicho en qué puntos hay más necesidades y qué habría que priorizar. Y con los pacientes nos pasa lo mismo, tenemos un observatorio de pacientes en donde podemos escuchar sus vivencias y cómo han vivido sus experiencias con la enfermedad”. Sin embargo, la consejera insiste en que hay que implicar a muchos más actores, incluidos los pertenecientes al marco político. “Ese ‘nosotros’ y ese ‘ellos’ se tiene que romper -la breca- en algún momento para poder impulsar un sentimiento de pertenencia al mismo sector, que es la sanidad”. 

Formación continua 

Todo profesional sanitario debe estar formado e informado de las últimas novedades en su ámbito y con los gestores de salud pasa lo mismo. Según Sira Repollés, “la profesionalización de los gestores sanitarios es una necesidad. En Aragón tuvimos un máster de gestión sanitaria al que deberíamos haberle dado continuidad, pero a veces las presiones políticas hacen daño. Aun así, tenemos diversos cursos de formación. Necesitamos tener una cantera de personas que sepan de gestión sanitaria y en ese sentido creo que hay que crear una nueva generación preparada y flexible”.

“Tenemos unos buenos profesionales de la gestión y la dirección con un nivel alto de formación, aunque quizá debería regularse”, ha añadido el consejero de Galicia. “Creo que en la pandemia probablemente los directivos de los hospitales fueron uno de los profesionales más valorados”. Además, ha aprovechado la ocasión para indicar que a su modo de ver el acceso a los puestos de dirección no debe ser por puntos o méritos, sino que el modelo de libre designación debe seguir siendo la manera de llevar a cabo este proceso.

Avanzar e innovar

En definitiva, según los ponentes, es importante transformar las organizaciones para dar respuesta a las necesidades de los pacientes. Sin embargo, “por inercia, muchas veces hacemos las cosas para que rueden en una dirección y, a veces, hay que hacer un cambio. Hay que potenciar la atención domiciliaria y mejorar la asistencia a la cronicidad”, ha indicado la consejera de Baleares. Algo en lo que concuerdan los otros dos consejeros de salud. “Estamos viviendo una cultura del cambio, de la digitalización, además venimos de una pandemia. Los pacientes, los colaboradores y los profesionales tienen que poner sobre la mesa, por ejemplo, una patología y cada uno aportar su punto de vista para poder enriquecer así los protocolos y, en caso necesario, cambiarlos”, ha concluido Repollés. 

Los tres consejeros de salud han insistido y están de acuerdo en que el sistema sanitario público español tiene un alto nivel y una alta calidad, pero no se puede dejar de cuidar y mejorar.  

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