
Por Medicina Responsable
2 de diciembre de 2025Castilla y León lleva años trabajando en una asistencia de calidad a pacientes con enfermedades crónicas. De hecho, fueron “pioneros en poner en marcha una estrategia de atención a los enfermos con cáncer”. Así lo afirmó Silvia Fernández, directora general de Asistencia Sanitaria y Humanización de SACyL, durante la mesa redonda “Estrategias asistenciales y gestión del talento en el sistema sanitario de Castilla y León” de la jornada Health Goals, organizada por Medicina Responsable con la colaboración de Abbie y Astellas Pharma,
Sin embargo, en 2025, ante el avance de la tecnología y la falta de especialistas, ha sido necesario reformular esta estrategia para abordar la cronicidad. Entre otras medidas, según Fernández, han abordado la desburocratización del paciente crónico, simplificando y agilizando los trámites administrativos para que los pacientes y los profesionales puedan centrarse en la atención sanitaria y no en la gestión y han conseguido llegar a todos los pacientes, no solo los que tenían mayores necesidades.
Una de las principales estrategias para avanzar hacia un sistema sanitario basado en la prevención es la gestión de los programas de cribados, donde Castilla y León se sitúa a la vanguardia ya que llevan implantados más de diez años y se dirigen a la población de entre 50 y 75 años. Según Cristina Granda, directora general de Salud Pública de SACyL, la participación femenina es ligeramente superior, con un 5% más de implicación que los hombres en las campañas de prevención. En materia de vacunación, recordó Granda, la comunidad “ocupa el segundo puesto en el ranking nacional”, aunque se enfrenta al reto de evitar la relajación de la ciudadanía, recordando que la vacunación es una herramienta segura y esencial para prevenir enfermedades. “A pesar de la gran extensión territorial y la convivencia entre ciudades y pequeños núcleos rurales, las vacunas están disponibles en toda la comunidad”, apuntó. Además, se ha avanzado en la mejora de la atención domiciliaria y en la humanización de los cuidados, prestando especial atención a las necesidades sociales, nutricionales y emocionales de los pacientes, así como al apoyo a sus cuidadores.
En cuanto al papel que juega el paciente en esta estrategia, Mónica Robles, directora técnica de Calidad y Atención al Ciudadano subrayó la importancia de fortalecer la relación entre éste y el sistema sanitario para mejorar de forma directa los resultados en salud. “Y siempre que hablamos de paciente, hay que hablar de su entorno familiar -recordó- y, para llevarlo a cabo, es necesario un cambio cultural con su participación efectiva que va desde la información hasta la co-decisión”. Se trata de un proceso progresivo, no disruptivo, que exige pedagogía y colaboración con las asociaciones de pacientes, actualmente muy atomizadas. “Los pacientes necesitan comprender su enfermedad más allá del tratamiento, y los profesionales deben desarrollar habilidades específicas para mejorar la comunicación y el acompañamiento”. En definitiva, “tenemos que contar con los pacientes y ya tenemos iniciativas y experiencias para incorporarle al sistema: tenemos registradas 276 asociaciones en el portal del paciente y siempre buscamos elementos de colaboración y mejora”.
Por último, en cuanto a la gestión del talento sanitario, Sonsoles García, directora general de Personal y Desarrollo Profesional de SACyL, lo definió como la combinación de capacidad, actitud y compromiso con el cuidado de la salud. Sin embargo, “no es fácil”, porque el empleo público se percibe a menudo como un destino final y no como un punto de partida, “lo que dificulta la dinamización del talento”.
Para García, hay quien apunta la brecha generacional como un problema, “pero siempre ha estado ahí, por lo que ahora debemos hacer lo que se ha hecho siempre: transmitir el saber con la seguridad de que nos van a superar en conocimiento”. Aunque cambian las costumbres y los jóvenes buscan más tiempo de ocio, su mayor satisfacción profesional seguirá vinculada al cuidado de los pacientes. “Tenemos que ser generosos con los MIR porque formamos médicos para la comunidad, para la sanidad española y debemos buscar la fórmula de fidelizarles, incentivarles y formarles”.