Las ofertas estéticas del Black Friday pueden esconder graves problemas para la salud

Decir Black Friday es decir descuentos en productos y todo tipo de servicios, incluidos los tratamientos de medicina estética. A pesar de que el código deontológico de la medicina señala que las campañas de rebajas son contrarias al mismo, se siguen ofertando tratamientos estéticos en torno a este día con precios muy atractivos para el bolsillo. Pero… ¿hasta qué punto estos tratamientos son seguros?

Según el cirujano plástico especialista en Cirugía Mamaria Estética y Reconstructiva del Hospital Ruber Internacional, César Casado Sánchez, este tipo de procedimientos pueden tener graves consecuencias para la salud. “Entre estas ofertas se pueden encontrar procedimientos que no cumplen con los estándares de calidad fundamentales para garantizar la seguridad del paciente. Además, una bajada de precios puede representar una mala praxis o una disminución de la calidad de los productos usados, con graves consecuencias como inflamaciones, alergias o infecciones, incluso la necesidad de corregirlas con otras intervenciones", explica el doctor.

Al reducir los precios de los tratamientos estéticos se reducen muchas veces los estándares de seguridad, como señala el cirujano plástico y estético. “Considerando que son estrategias de venta de empresas de otros sectores que se han incorporado al mercado de la salud y la estética, en la medida que puede pasar en un sector, puede pasar en otro. Nuestros clientes, son además pacientes y las complicaciones que se den en ellos son mucho más graves que las complicaciones con un electrodoméstico”.

Problemas de estos tratamientos

Para el doctor Casado las intervenciones estéticas que se ofrecen durante la Campaña de Black Friday “tratan un problema que tiene dos certezas conflictivas: la ética y legalidad. Por un lado, estoy de acuerdo con el código deontológico crítico con el mercadeo en salud y con la necesidad de una regulación legal de este tipo de publicidad, que muchas veces resulta engañosa o desleal. Por otro lado, tenemos la suerte de vivir en un libre mercado, y para lo bueno y para lo malo, las relaciones comerciales son muy particulares”.

A la pregunta sobre si este tipo de tratamientos son éticos o no, el doctor Casado es contrario a los mismos por su falta de garantías. “Black Friday en salud no me parece ético; no tengo claro que deba ser ilegal al ser solo la punta del iceberg de algo más grande y pernicioso; y, respecto la seguridad, quiero pensar que no tiene por qué perder seguridad. El profesional que está de acuerdo en disminuir parte de sus ingresos como forma de campaña publicitaria, debe asegurar siempre idénticos medios y resultados que los tratamientos efectuados fuera de esas ofertas. Si no es así, no es que no sea seguro, que es gravísimo, es que es un fraude”.

El principal problema es someterse a procedimientos en los que el profesional pretenda obtener idénticos beneficios económicos con menos gastos. Si pese a la oferta, él ha podido mantener sus ingresos, parece lógico pensar que ha podido reducir gastos, y es en esa reducción de gastos donde se ven afectados muchos puntos: principalmente, en lo referente a la calidad del producto empleado (excedentes, de peor calidad, cercanos a la fecha de caducidad, etc.) o el personal implicado en los tratamientos.

Informarse antes

Cuando los pacientes acuden a un profesional deben estar informados previamente sobre el tratamiento al que se van a someter, el producto que se va a infiltrar y sus efectos. Por eso los expertos aconsejan “verificar que los procedimientos estéticos cumplan con los estándares de calidad y que se recabe toda la información del proceso antes de estas ofertas y compararla con la información propia del procedimiento: no debe haber variación de medios, instalaciones, personal ni material empleado. Lo único que debe variar son los beneficios del responsable. Y solo del responsable”.

Recomendaciones

El doctor Casado apela al sentido común a la hora de realizarse estos tratamientos en estas fechas de descuento y en otros momentos de rebajas en cualquier momento y lugar. “Comprobar que los profesionales que van a realizar los tratamientos posean el título oficial homologado y reconocido y que las instalaciones estén dotadas con todos los mínimos de seguridad y con las certificaciones de las autoridades. A partir de ahí, se puede empezar a hablar, nunca antes ya que estamos acostumbrados a que sea al revés; cuando sucede el problema es entonces cuando nos preocupamos por ver quién era el profesional y dónde nos habíamos tratado. Y ponerle solución luego a esos problemas es muy complicado”.

Como concluye el doctor “la cirugía estética es, ante todo, cirugía: un delicado acto médico y, andarse ahí con ofertas, o tomando decisiones de intervenciones quirúrgicas por criterios económicos, es una fuente inagotable de problemas”.

 

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