Por Gema Puerto
27 de abril de 2023El aumento de cirugías estéticas y capilares en Turquía puede tener consecuencias muy graves y trágicas para los pacientes. Si hace unos días, el Ministerio de Exteriores advertía en su página web sobre las últimas cuatro muertes de ciudadanos españoles en este país euroasiático y un número similar con “graves secuelas", ahora son los cirujanos y los dermatólogos españoles los que denuncian y alertan sobre los peligros para la salud que tienen este tipo de intervenciones.
El reconocido especialista en el campo de la cirugía reparadora y estética, el doctor César Casado, responsable del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Ruber Internacional en Madrid, ha explicado a Medicina Responsable que “no se trata solo de una cuestión de seguridad quirúrgica. Reducir este tipo de intervenciones quirúrgicas a únicamente el proceso intraoperatorio, es simplificar al extremo un proceso complejo”. .
El director del Instituto de Dermatología Integral (IDEI), el doctor Miguel Sánchez Viera, también advierte a Europa Press sobre los peligros en este tipo de intervenciones ya que “el problema es la experiencia y profesionalidad de los médicos, la seguridad y la calidad de las instalaciones y, por supuesto, la falta de seguimiento de los pacientes antes y después de las intervenciones quirúrgicas”. Para Sánchez Viera, los pacientes que acuden a este país a someterse a tratamientos capilares pueden sufrir secuelas. “Las infecciones graves o los problemas de cicatrización del cuero cabelludo y las zonas como la nuca quedan despobladas. Muchos de estos pacientes se avergüenzan de las secuelas que les ha provocado recurrir a un implante low cost”.
Los especialistas denuncian que estos tratamientos de medicina estética muchas veces forman parte de un “pack vacacional” en el que los cirujanos se guían por fotografías que envían los pacientes, lo que hace que el procedimiento pierda seguridad. “No hay evaluaciones preoperatorias, ni postoperatorias”, explica el doctor Casado. Algo que no debería ser así, puesto que, para este tipo de intervenciones, “se requiere al menos una visita preoperatoria con el cirujano responsable de la intervención (en la que se realice una historia clínica y exploración física adecuadas, se defina una indicación quirúrgica y se resuelvan las dudas). Además, las cirugías deben realizarse en un centro adecuadamente homologado donde se cuente con las máximas garantías para la seguridad del paciente y se realice por un cirujano correctamente acreditado, con un postoperatorio controlado y supervisado por el profesional y con las visitas postoperatorias semanales y mensuales oportunas”.
Como explican los cirujanos y dermatólogos, Turquía es un país con excelentes cirujanos plásticos, al igual que Brasil, Estados Unidos o España. En el 95% de los casos de los pacientes que se marchan allí, lo hacen por motivos económicos en su toma de decisiones. “Recortar el gasto muchas veces se asocia a recortar en seguridad”.
Desde la Sociedad Española de Cirugía Plástica y Reparadora (SECPRE) se viene alertando de esta realidad regularmente desde hace años, pero la sociedad es ajena a estos avisos porque siguen viendo a las intervenciones quirúrgicas con finalidad estética, como un producto de consumo, “y no como lo que en realidad son: una intervención quirúrgica. Con finalidad cosmética, sí, pero cirugía, y muchas de las técnicas que realizamos son más agresivas e invasivas que otras técnicas quirúrgicas sin esa finalidad estética. Esto es algo que todo paciente debe saber. Se operen en España o en Turquía”, explica el doctor Casado. Como asegura el responsable del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Ruber Internacional en Madrid, “lo barato puede resultar muy caro y en los últimos años estamos viendo cada vez más desgracias de pacientes operados en Turquía o Venezuela, por ejemplo, que fueron allí buscando excelentes resultados a bajo coste, y se enfrentan a situaciones muy complicadas y peligrosas, incluso mortales.”