Por Aurora Molina
20 de junio de 2024La detección precoz a la hora de hablar de cáncer es fundamental. Gracias a un pronto diagnóstico los profesionales médicos pueden paliar y solucionar los síntomas antes de que empeoren. Lo mismo sucede con el cáncer gástrico, un cáncer relativamente común y que, según confirman los expertos, tan solo en 2023 se detectaron más de 7.000 nuevos casos.
“El diagnóstico precoz del cáncer de estómago es crucial para mejorar las tasas de supervivencia, ya que permite diagnosticar el tumor en fases iniciales antes de la afectación de otros órganos”, explica el doctor Juan Carlos Meneu, jefe de Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo (Madrid).
De acuerdo con el doctor Meneu, un adecuado proceso diagnóstico y estadificación es importante para proporcionar un tratamiento personalizado, intensivo y secuencial en cada paciente. Y especialmente en aquellos diagnosticados de enfermedad a distancia (metástasis), que representan entre un 35% y 50% de los casos que diagnosticamos de inicio.
Dentro de las pruebas que ayudan a una fácil detección se encuentran “la gastroscopia y la ecoendoscopia, proporcionando una mayor visualización del tumor, valoración de la profundidad y la toma de biopsias”, señala el doctor. Asimismo, recuerda que el estudio “se debe completar con pruebas de imagen como un TAC, siendo en ocasiones necesario un PET de estadificación o una laparoscopia diagnóstica”.
Tratamiento y cirugía
En la actualidad, la cirugía representa uno de los pilares fundamentales para controlar la enfermedad adecuadamente. “La cirugía oncológica con intención curativa, puede realizarse con seguridad y efectividad, mediante la cirugía mínimamente invasiva, incluyendo el uso de las plataformas robóticas tipo da Vinci”, explica. “Esta cirugía se asocia a una menor tasa de complicaciones, una recuperación más precoz y, además, cumple con exactitud los estándares de la cirugía del cáncer”.
En este tipo de procedimiento quirúrgico “se extirpa la zona del estómago afectada por el tumor y, dependiendo de la localización y del tamaño de la lesión, puede estar indicada la extirpación del estómago afectado (gastrectomía parcial) o la totalidad del mismo (gastrectomía total)”.
El objetivo de la cirugía con intención curativa, explica el doctor Meneu, “es eliminar completamente el tumor y, si es necesario, cualquier tejido adyacente que pueda estar afectado para evitar la propagación del cáncer”.
Valoración en Comité Multidisciplinar de Tumores Digestivos en la enfermedad a distancia
El Comité Multidisciplinar de Tumores Digestivos del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo incluye entre otros, un elenco de oncólogos quirúrgicos (cirujanos), oncólogos médicos (quimioterapia y terapias biológicas) y oncólogos radioterápicos, con objeto de proporcionar el mejor tratamiento disponible a nuestros pacientes.
Por ello, se ha adherido recientemente al protocolo de marzo de 2024 de la Sociedad Europea de Cirugía Oncológica (OMEC): “The Oligometastatic Esophagogastric Cancer Project”. Según el doctor Meneu, este protocolo “abre la puerta a la cirugía con intención curativa en pacientes bien seleccionados, incluso con afectación de otros órganos (metástasis)”. Aspecto que continúa siendo controvertido
Explica además que, dentro de las modalidades de tratamiento intensivo frente a la metástasis peritoneal, se encuentra “la combinación de cirugía citorreductora (CRS) y quimioterapia intraperitoneal hipertérmica (HIPEC)”. Esta terapia también controvertida “ha demostrado recientemente (enero 2024) en un ensayo clínico multicéntrico, aleatorizado y fase III (Gastripec-I), liderado por cirujanos en Alemania, un aumento de supervivencia libre de progresión peritoneal, un aumento de supervivencia libre de metástasis fuera del peritoneo, con tasa de complicaciones similares al tratamiento tradicional en el que se excluye el HIPEC”.
Dr. Juan Carlos Meneu. Foto: Quirónsalud
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