Por Europa Press
22 de julio de 2025Un paciente de Parkinson de 72 años al que ya no hacía efecto la medicación está estable gracias a la cirugía de estimulación cerebral profunda. En seis meses, le han reducido la medicación un 80%, no tiene periodos off, no utilizan agonistas de la dopamina y el paciente tiene una vida "absolutamente normal", informa el Instituto Clavel, el centro de neurología español que ha realizado la intervención.
"El paciente tenía un antecedente importante, un trasplante renal debido a una nefropatía severa, estaba inmunosuprimido y era levemente hipertenso. Sin antecedentes de ningún otro tipo", explica el neurólogo de Instituto Clavel, el doctor Gabriel Jose Salazar Tortolero. Los exámenes físicos mostraban en situación on, fase en la que hace efecto la medicación, un periodo discinético severo, es decir, con movimientos involuntarios descoordinados y a menudo repetitivos, que le discapacitaban desde el punto de vista social para realizar actividades de la vida diaria, así como para coger cosas por movimientos reptantes severos.
Por ello, su neurólogo de referencia había tenido que aumentar la frecuencia de la toma del Levodopa de tres veces a cinco veces al día. Esta nueva dosis causó al paciente movimientos anormales marcados y bastante severos con mucha discapacidad tanto cuando estaba en Fase on, como en periodos off, cuando el efecto de la medicación disminuye.
Cuando fue derivado al Instituto Clavel, decidieron proponerle la cirugía de estimulación cerebral profunda del núcleo subtalámico de Luis, una pequeña estructura en forma de lente ubicada en el diencéfalo, cerca de la unión con el mesencéfalo. La operación se llevó a cabo bajo sedación total e intubado con el paciente dormido.
"Hicimos los cálculos de neuronavegación con resonancia y tomografía y logramos realizar la colocación de los electrodos en el subtálamo", explica el doctor Salazar. Aunque añade que "la intervención del lado izquierdo fue algo dificultosa debido a la presencia de una malformación arteriovenosa que hizo que el abordaje fuera difícil".
Finalmente, "la implantación quedó un poco más bajo de lo habitual, lo que permitió poder estimular todas las áreas neuroanatómicas y resolver todos los problemas del Parkinson gracias a que utilizaron un sistema optopolar multicorriente y direccional", explica.
La gran dificultad de este caso, como concluye el neurólogo, fue el abordaje debido a la deformación arteriovenosa y por las características propias de su cerebro con gran atrofia, aunque todo su nivel cognitivo y conductual era correcto.