Crean un nuevo método para determinar el riesgo de sufrir enfermedades hepáticas

Diagnosticar de forma precoz enfermedades graves en el hígado con un gran índice de mortalidad ya es posible gracias a una nueva herramienta. El doctor Pere Ginès, consultor del Servicio de Hepatología del Clínic y jefe del grupo Enfermedades Hepáticas Crónicas del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer de Barcelona (IDIBAPS), ha liderado un estudio dentro del proyecto europeo LiverScreen, que permite predecir las enfermedades del hígado con años de antelación. 

Publicado en la revista The Lancet, el estudio coordinado por el equipo español demuestra cómo gracias al uso de ocho variables se podrán aplicar cambios en el estilo de vida de las personas en riesgo, diagnosticar de forma precoz enfermedades hepáticas como la cirrosis, e iniciar tratamientos que frenen su progresión. 

La cirrosis y sus consecuencias 

La cirrosis es una de las principales causas de mortalidad en el mundo. Puede causar carcinoma hepatocelular, el tipo más frecuente de cáncer de hígado, y las dos enfermedades juntas son responsables de la muerte de dos millones de personas cada año, según los científicos de IDIBAPS. 

Esta patología se produce por la acumulación de tejido fibroso en el hígado debido, principalmente, al abuso crónico de alcohol, las hepatitis víricas tipo B o C, y también, aunque menos frecuentes, a otras causas como enfermedades autoinmunes o hereditarias, así como ciertos medicamentos o sustanacias tóxicas.

A pesar de que la cirrosis causada por el virus de la hepatitis C ha disminuido gracias a los nuevos tratamientos, su prevalencia ha aumentado a causa de la enfermedad del hígado graso, provocada por  la diabetes tipo 2 o a la obesidad. “Es una enfermedad que se desarrolla muy lentamente y no produce síntomas, de forma que muy a menudo cuando se diagnostica está en una fase muy avanzada y en la que las posibilidades de tratamiento son muy limitadas. Poder identificar de forma temprana qué personas están en riesgo de tener una fibrosis progresiva en el hígado permitiría poder aplicar cambios en el estilo de vida de las personas o realizar tratamientos para prevenir el desarrollo de la cirrosis”, explica Pere Ginès.  

Predecir el riesgo de tener enfermedades hepáticas

Los investigadores se basaron en los datos de 6.400 personas sin enfermedad hepática conocida, a los que les realizaron una prueba de elastografia hepática, un tipo de prueba de imagen que examina si un hígado está más rígido de lo normal, y descubrieron que algunas de ellas tenían fibrosis hepática. Este índice de riesgo después se validó en un grupo de 8.369 personas y su valor pronóstico se determinó en una cohorte de más de 416.000 participantes sin enfermedad hepática durante12 años.  
 
El índice, denominado ©LiverRisk, está basado en ocho variables: edad, género y seis variables estándares de laboratorio, y permite hacer una predicción de la aparición de fibrosis hepática y determinar la posibilidad de aparición de complicaciones a largo plazo. “De este modo se puede prever la posibilidad de que una persona tenga una cirrosis a largo plazo y acabe desarrollando cáncer o muriendo por la enfermedad”, apunta el doctor  Ginès.  
 
“La aplicabilidad es parecida a la de los factores de riesgo cardiovascular que existen desde hace muchos años y que predicen si una persona tiene un riesgo de tener un infarto de miocardio”, señala el doctor Ginès, que además añade que, “en este caso sería parecido, pero determinando el riesgo de una enfermedad hepática grave. Y esto es importante porque podrá tener aplicabilidad en cuanto a diagnosticar de manera precoz estas enfermedades y hacer un tratamiento antes de que los pacientes desarrollen una cirrosis", concluye el investigador.   

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