Por Lucía de Mingo
21 de junio de 2022Un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina y Tecnología de la Salud de la Universidad de Tampere y del Instituto de Células Madre de Harvard ha descubierto una nueva combinación de medicamentos eficaz contra la Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA). Este hallazgo, publicado en la revista “Blood”, marca un antes y un después en la vida de miles de pacientes que están luchando contra esta enfermedad.
La leucemia Linfoblástica Aguda tipo – T es un tipo de cáncer que tiene un pronóstico recidivante muy malo, es decir, una vez aplicado el tratamiento y haberse curado el paciente, tiende a volver a aparecer. Por un lado, el término “linfoblástica” se refiere a que afecta a un tipo de glóbulos blancos en concreto, los linfocitos, en este caso los T. Por otro, el término de “aguda” hace referencia a que la enfermedad puede progresar rápidamente y, si no se trata, puede provocar un desenlace fatal en pocos meses.
El nuevo estudio se ha basado en otro anterior, también realizado por el grupo de investigación de la Universidad de Tampere. Los investigadores descubrieron previamente que el medicamento Dasatinib era efectivo en aproximadamente un tercio de las muestras de pacientes analizadas. Por ello, comenzaron a indagar si se podía aumentar su eficacia al combinarlo con otros fármacos. El éxito vino de la mano del fármaco Temsirolimus. Al combinarlo con Dasatinib, comprobaron que esta alianza fue mucho más eficaz para erradicar las células leucémicas en cultivos celulares y en modelos de ratón y pez cebra.
“Este ha sido un proyecto largo, de cuatro a cinco años, y como resultado, ahora comprendemos el mecanismo de acción de estos medicamentos a nivel molecular en LLA-T”, señala la doctora Saara Laukkanen, primera autora del estudio. Además, el director de investigación, Olli Lohi, añade que “es una nueva opción de tratamiento prometedora. El próximo paso es llevar el descubrimiento a la práctica clínica para pacientes con enfermedad recidivante o refractaria a través de ensayos clínicos de fase temprana”.
El desarrollo de tratamientos de precisión es lento y requiere un alto conocimiento de los mecanismos moleculares que causan y mantienen la enfermedad. Por ello, la inversión en investigación es esencial para incrementar tanto la calidad de vida como la supervivencia de estos pacientes.