Por Andrea Rivero
11 de noviembre de 2022Más del 25% del gasto sanitario total en nuestro país está relacionado directamente con la inactividad física. Esta es una de las conclusiones que ha presentado el grupo de trabajo de Ejercicio de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) en las “II Jornadas de prescripción del ejercicio en personas con obesidad”. Según los datos aportados en estas jornadas, la inactividad física supone en nuestro país 1.560 millones de euros, de los cuales, el 70% lo soporta la administración pública y el 22,8% lo asumen los hogares españoles.
“Una persona que sea activa cinco días a la semana cuesta un 23% menos al sistema público de salud; por el contrario, una persona sedentaria aumenta el gasto en un 26%”. Si somos capaces de cambiar el comportamiento inactivo, nos acercaríamos a reducir en casi un 50% el gasto sanitario por inactividad física”, expresa Alfonso Jiménez, director de GoFit Lab y catedrático de Salud de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
El informe sobre actividad física de 2022 en el mundo, elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), muestra como entre 2020 y 2030 se producirán casi 500 millones de nuevos casos de enfermedades no transmisibles prevenibles con un comportamiento activo en todo el mundo. De acuerdo con Javier Butragueño, coordinador del grupo de trabajo de Ejercicio de la SEEDO, “los datos de este informe muestran que el progreso es lento y que los países deben acelerar el desarrollo y la implementación de políticas para aumentar los niveles de actividad física y, de esa forma, prevenir enfermedades y reducir la carga en los sistemas de atención médica”. Además, este documento recalca que sólo el 30% de los países tienen pautas nacionales de actividad física para todos los grupos de edad y destaca que la carga económica de la inactividad física alcanzará casi los 300.000 millones de dólares para 2030.
Además, el doctor Butragueño remarca que promover la actividad no trae consigo solo beneficio económico, también ayuda a garantizar la sostenibilidad de la sanidad pública. Y, por supuesto, “independientemente de la pérdida de peso, se ha visto que el ejercicio es capaz de remodelar el tejido adiposo, mejorando su estructura y su capacidad para generar un equilibrio en todo el cuerpo”, concluye.