Por Julia Porras
23 de septiembre de 2022Investigadores de la Escuela de Salud Global Paul G. Allen, de la Universidad Estatal de Washington, han descubierto un virus similar al SARS-Cov2 en un murciélago ruso. De acuerdo con la investigación, el virus podría infectar a humanos y es resistente a las actuales vacunas.
Los virus Khosta-1 y Khosta-2, así denominados por los investigadores, se descubrieron en murciélagos rusos a fines de 2020 e inicialmente parecía que no eran una amenaza para los humanos. Sin embargo, el equipo norteamericano ahora ha descubierto que proteínas de espiga del virus que porta este murciélago, pueden infectar células humanas y son resistentes tanto a los anticuerpos monoclonales como al suero de personas vacunadas contra el SARS. CoV-2.
Tanto Khosta-2 como SARS-CoV-2 pertenecen a la misma subcategoría de coronavirus conocida como sarbecovirus. “Nuestra investigación demuestra que los sarbecovirus que circulan en la vida silvestre fuera de Asia, incluso en lugares como el oeste de Rusia, donde se encontró el virus Khosta-2, también representan una amenaza para la salud mundial y las campañas de vacunación en curso contra el SARS-CoV-2”, dijo Michael Letko, virólogo de la Universidad y autor del estudio publicado en la revista PLoS Pathogens. Por ello, el descubrimiento de Khosta-2 “destaca la necesidad de desarrollar vacunas universales para proteger contra los sarbecovirus en general, en lugar de solo contra las variantes conocidas del SARS-CoV-22. Necesitamos ampliar el diseño de estas vacunas para proteger contra todos los tipos de sarbecovirus”.
De acuerdo con el equipo de investigadores, al igual que el SARS-CoV-2, el virus Khosta-2 puede usar su proteína de pico para infectar células al unirse a una proteína receptora, llamada enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2), que se encuentra en todas las células humanas. Por ello, se propusieron determinar si las vacunas actuales protegen contra el nuevo virus.
Usando suero derivado de poblaciones humanas vacunadas contra la Covid-19, el equipo vio que Khosta-2 no fue neutralizado por las vacunas actuales. También probaron el suero de personas que estaban infectadas con la variante ómicron, pero los anticuerpos tampoco fueron efectivos.
A pesar de que el nuevo virus carece de algunos de los genes que se cree están involucrados en la patogénesis (proceso por el que se desarrolla una enfermedad) en humanos, según Letko, existe el riesgo de que Khosta-2 se recombine con un segundo virus como el SARS-CoV-2.