Por Medicina Responsable
5 de febrero de 2025Las enfermedades hematológicas son todas aquellas patologías que afectan a los componentes de la sangre, en cuanto a su composición, cantidad o morfología. Sin embargo, dentro de este abanico de patologías, son especialmente preocupantes las enfermedades oncohematológicas.
Aunque las enfermedades oncohematológicas no son cánceres propiamente dichos, tal y como explica el doctor José María Grasa, jefe del Servicio de Hematología Quirónsalud Zaragoza, puesto que la mayoría son de carácter crónico, “su tratamiento requiere a menudo de armas similares al tratamiento del cáncer de órgano sólido”.
El linfoma, el mieloma múltiple y los diversos tipos de neoplasias mieloides, que incluyen la mayoría de leucemias, son un ejemplo de este tipo de patologías y, en la actualidad, se sitúan entre el tercer y cuarto lugar por número de casos y se estima que, en 2025, se diagnosticarán 25.770 casos de neoplasias hematológicas en España (aproximadamente 56 por 100.000 habitantes/año).
Las células madre son aquellas células capaces de formar muchos de los tipos diferentes de células que se encuentran en nuestro cuerpo, pero es necesario conocer que estas células adquieren rasgos diferenciales que las dividen en dos grandes estirpes celulares: mieloide y linfoide. Ambas pueden “enfermar” y deteriorarse en cursos clínicos y pronósticos muy diferentes.
Las patologías linfoides están compuestas, por un lado, por las leucemias agudas y crónicas, y por otro, los linfomas (tumores de ganglios linfáticos) y las gammapatías (mieloma múltiple).
La sintomatología de este tipo de neoplasias es reconocible en el momento en el que se observa un ‘‘aumento de tamaño de los ganglios linfáticos o el bazo’’, explica el doctor Grasa. Dentro de este tipo de patologías destaca, por su incidencia en la población, el linfoma difuso de células grandes B (LDCGB), que se convierte en la enfermedad oncohematológica más frecuente (casi 7.000 nuevos casos al año en España). Además, por su naturaleza agresiva, requiere ser tratado siempre.
Por su parte, las patologías mieloides se dividen a su vez en tres grandes grupos de enfermedades, las que cursan con proliferación rápida de células muy inmaduras, destacando la leucemia mieloblástica aguda; aquellas que se caracterizan por una producción de células de la sangre imperfectas o disfuncionales, entre las que se encuentran los síndromes mielodisplásicos; y, finalmente, las que cursan con proliferación más lenta pero crónica de algunas células sanguíneas, las denominadas neoplasias mieloproliferativas crónicas.
El mieloma múltiple es la patología más común dentro de las mieloides, una enfermedad de la médula ósea que suele aparecer a partir de los 65 años, aunque también puede darse en personas de menor edad. En este caso, los síntomas se presentan en forma de ‘‘anemia, fallo renal y fracturas espontáneas de huesos’’, detalla el doctor Grasa. Su aparición provoca la liberación, por parte de las células plasmáticas, de un anticuerpo monoclonal conocido como paraproteína, capaz de dañar otros órganos como el riñón.
Aunque las enfermedades hematológicas suelen presentar síntomas, en ciertos casos, ‘‘permanecen mucho tiempo asintomáticas, detectándose sus signos únicamente en el análisis de sangre o en pruebas de imagen’’, comenta el doctor Grasa.
De acuerdo con el doctor José María Grasa, existe una gran variedad de tratamientos hoy en día: “Desde la vigilancia (no todas las enfermedades oncohematológicas hay que tratarlas desde su diagnóstico), radioterapia, quimioterapia, tratamientos orales, el trasplante de médula ósea y distintos tipos de inmunoterapia (anticuerpos monoclonales, biespecíficos y CAR-T)”.
El Instituto Oncológico Quirónsalud Zaragoza cuenta con tratamientos pioneros y la última tecnología para la atención de enfermedades oncohematológicas. La Unidad de Neoplasias Hematológicas es la encargada de valorar el procedimiento más adecuado en función del tipo de patología.
Así, existen diferentes clases de tratamiento de acuerdo con el tipo de neoplasia "En casos como el mieloma, linfomas o leucemias, se administra quimioterapia y/o inmunoterapia, bien de manera ambulatoria o con ingreso hospitalario. Otros tipos de neoplasias, como las mieloproliferativas, requieren mediación oral sin necesidad de permanecer en el centro hospitalario", explica el doctor José María Grasa.
Actualmente, uno de los retos a los que se enfrenta la hematología son los síndromes mielodisplásicos y las leucemias mieloides agudas, cuya supervivencia, a cinco años, es únicamente del 37% y 24%, respectivamente. Los avances en esta materia, como la secuenciación NGS, permiten aplicar terapias ‘‘personalizadas’’ para cada paciente que parecen estar revirtiendo la estadística de mortalidad entorno a estas patologías. A pesar de las bajas tasas de supervivencia a cinco años, los profesionales se muestran optimistas para el futuro, se lograrán grandes avances en los próximos años en este tipo de enfermedades de médula ósea con la información que aportan estos estudios’’, asegura la doctora Lissette Costilla, especialista de la Unidad de Neoplasias Hematológicas del Hospital Quirónsalud de Zaragoza.