Por Lucía de Mingo
13 de marzo de 2023“Es muy difícil vivir con dolor crónico a diario. Lo que me hizo ir al médico fue el dolor tan intenso que tenía con la menstruación, llevo con él desde que recuerdo, desde los 10 años que me vino la regla. Todos esos años he estado de idas y venidas de médicos y ginecólogos hasta que, a los 36 me dio un ataque de dolor muy fuerte, no podía respirar, me temblaba todo el cuerpo y volví a urgencias. A la tercera consulta me metieron en el quirófano y, al fin, me diagnosticaron endometriosis”. Así narra Yasmina Hersan, paciente con endometriosis, cómo fue enfrentarse a esta enfermedad sin tener un diagnóstico.
La endometriosis es una enfermedad ginecológica crónica que puede llegar a incapacitar a la mujer. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 10% de las mujeres a nivel mundial la padecen y, de ellas, aproximadamente dos millones son españolas. Esta enfermedad se caracteriza por el crecimiento de tejido endometrial fuera del útero que se extiende por el resto del aparato reproductor femenino, provocando la aparición de quistes y malformaciones, en algunos casos.
Estefanía Moreno, ginecóloga del centro Ginefiv de Madrid, señala que “es una enfermedad compleja porque es benigna y tiene un comportamiento crónico”. No en vano, es conocida como una de las enfermedades silenciosas del siglo XXI ya que diagnosticarla puede implicar una media de ocho años dado que, en muchas ocasiones, los síntomas se consideran “normales”. Entre ellos, los dolores menstruales severos, los sangrados abundantes, el dolor abdominal persistente…
Según confirma la doctora Moreno, puede presentarse en diferentes localizaciones: desde la capa externa del útero (adenomiosis), los ovarios (que es la localización más frecuente) hasta en otros órganos de la pelvis como la vejiga, los uréteres o el recto.
Dos de cada tres mujeres descubren que padecen esta enfermedad ante la imposibilidad de quedarse embarazadas. Y es que, puede llegar a alterar el funcionamiento del sistema inmunológico y el entorno hormonal, reduciéndose así su calidad y perjudicando la implantación del óvulo fecundado.
Estos factores la convierten en una de las causas más frecuentes de infertilidad. A pesar de que las razones por las que se origina esta enfermedad son desconocidas, sí se sabe que “está vinculada a un factor proinflamatorio y a pacientes con elevados niveles de estrógenos”. De hecho, alcanza hasta al 30% de las pacientes que tienen infertilidad, por lo que es una enfermedad muy prevalente en las unidades de reproducción asistida. Las pacientes pueden presentar una calidad ovocitaria reducida, es decir, la cantidad de ovocitos susceptibles a fecundarse con éxito puede ser menor. “Para las pacientes que tengan endometriosis y tengan problemas de infertilidad, el tratamiento que se les va a recomendar es un ciclo de estimulación ovárica”. De hecho, “la endometriosis no afecta a la receptividad del endometrio”, concluye la doctora Moreno.