Por Andrea Martín
21 de octubre de 2022Con la llegada del otoño regresa una de las actividades más populares entre los amantes de la naturaleza; la recogida de setas y hongos. Esta época es considerada la estación micológica por excelencia debido a la gran cantidad de especies que se pueden recolectar. Sin embargo, esta actividad cuenta con un problema que, en ocasiones, se pasa por alto: las intoxicaciones causadas por el desconocimiento de los recolectores.
Cada año se producen unos 400 nuevos casos de “micetismos” o intoxicaciones por setas en nuestro país, según la Sociedad Española de Medicina de Laboratorio (SEQCML), de las cuales el 30% son mortales si no se tratan.
Según Pedro Gargantilla, director médico de Medicina Responsable, “existen 1.200 variedades de setas en España de las cuales un 4% son tóxicas y, de estas, el 90% son amanitas, el género de hongos que incluye algunas de las especies más tóxicas del mundo”. Las intoxicaciones por setas se clasifican en dos tipos. Las de inicio temprano, si la aparición de los síntomas es anterior a seis horas tras la ingesta, o de inicio tardío, si los síntomas aparecen a partir de las 24 horas de su consumo. No obstante, hay que considerar la existencia de factores que pueden adelantar la aparición de síntomas como la cantidad de setas ingeridas o la combinación de diversas especies. “Los síntomas pueden ir desde formas leves como náuseas, vómitos, dolor abdominal o diarrea, hasta otros más graves como una insuficiencia hepática, que puede acabar en un trasplante hepático o en el fallecimiento”.
La principal recomendación del doctor Gargantilla es “no coger setas que no puedas reconocer y, si tienes dudas, nunca consumirlas. En caso de que se haya producido una intoxicación, se debe acudir con urgencia a un servicio médico y llevar la seta que haya producido la intoxicación para que pueda ser identificada”.
Otras recomendaciones a la hora de recolectar estos hongos son: