Por Julia Porras
13 de julio de 2022El sarcoma es un tipo de cáncer poco frecuente caracterizado por una tumoración maligna que se localiza en los huesos y en los tejidos blandos del organismo, como pueden ser los músculos, el tejido conectivo, los vasos sanguíneos, los vasos linfáticos, los nervios, los ligamentos o el tejido adiposo. Aunque cuenta con muy baja prevalencia, representa sólo el 1% de los cánceres, en la actualidad hay descritas unas 150 variedades de sarcoma, siendo más frecuente en la edad infantil, adolescencia y en adultos jóvenes, aunque pueden presentarse a cualquier edad.
La tasa de supervivencia general de este tipo de cáncer es, a cinco años, alrededor del 65%, cifra que aumenta hasta el 81% cuando el sarcoma está localizado, hecho que sucede en un 60% de los casos.
Las partes del cuerpo a las que más suele afectar son los brazos y las piernas, aunque pueden desarrollarse también en tronco, cabeza, cuello y cavidad abdominal.
¿Cuáles son sus síntomas?
Este tipo de cáncer no suele
presentar sintomatología característica. “Entre los síntomas más compatibles
con esta dolencia estarían el dolor de hueso, dolor abdominal, pérdidas de peso
repentinas y fracturas espontáneas, que no parecen tener una razón aparente”,
explica el médico internista y director médico de Medicina Responsable, Pedro
Gargantilla. “En ocasiones puede aparecer una inflamación en la parte del hueso
o el tejido afectado, de forma que se puede ver la tumoración, pero no es lo
habitual”.
Causas
Actualmente se desconocen las
causas que favorecen la aparición de este tipo de cáncer. Los expertos indican
que algunas pueden ser hereditarias, pero al ser un cáncer tan poco prevalente,
no parece una razón principal.
Otra de las causas podría ser la radioterapia, una práctica curativa habitual que tiene secuelas, ya que afecta al ADN y puede provocar otro tipo de cáncer distinto al que se está tratando con esta técnica. Por último, los expertos apuntan a que también puede estar provocado por sustancias químicas como herbicidas o incluso por un virus. Aun así, el doctor Gargantilla afirma que es “cáncer del que se desconoce la causa originaria, por el momento”.
Los sarcomas más habituales
Entre los sarcomas más conocidos o
habituales son el sarcoma de Kaposi, que se da en tejidos blandos; y el
sarcoma de Ewing, que suele aparecer en huesos.
El sarcoma de Kaposi, que se asocia al virus del VIH y está caracterizado por la aparición de manchas en la piel muy llamativas, fue muy famoso durante los años 80, cuando la gente aprendió a reconocer esas manchas y empezó a estigmatizar a las personas que lo sufrían, porque se relacionaba directamente con ser portador del SIDA.
El segundo de los sarcomas, el de Ewing, es un tipo de tumor que aparece en un hueso (osteosarcoma), normalmente de los brazos y piernas, y suele darse en niños y adultos jóvenes, entre 10 y 20 años.
En este último caso, si las técnicas de radioterapia y quimioterapia para acabar con el tumor no funcionan, “es posible que los médicos necesiten amputar la extremidad afectad, quitar toda la extremidad o parte de ella junto con el tumor por medio de una cirugía”, indica el doctor Gargantilla.