Por Lucía de Mingo
19 de octubre de 2022“Que levante la mano quién no tiene cáncer o no conoce a alguien que lo tenga o lo haya tenido. Solo con este gesto podemos ver la dimensión del problema”, ha señalado Noema Paniagua, directora general de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en el acto que se ha celebrado en la capital madrileña con motivo del Día Mundial Contra el Cáncer de Mama. En él se ha debatido con pacientes, investigadores y profesionales de la Asociación el camino que aún queda por recorrer en la enfermedad. En concreto se ha puesto el foco en el cáncer de mama metastásico y en las desigualdades sociales y emocionales que provoca.
María José Irvás, paciente de cáncer de mama metastásico, ha señalado que saber que tienes cáncer “es un shock repentino, dices ¿por qué me está pasando esto a mí?”. Ahora ha terminado la quimioterapia y está con dos tratamientos, uno con inmunoterapia y el otro hormonal. “Tengo que reestructurar mi vida porque me ha cambiado en todos los aspectos, no me reconozco, no soy la misma que antes”. De los 34.000 casos de cáncer de mama entre un 5 y un 6% son metastásicos, del resto el 30% llegarían a metastatizar.
La directora general de la AECC afirma que “hoy es el día para dar visibilidad a esta enfermedad porque probablemente la barrera más importante que exista es que se sepa que existimos, que existe el cáncer y una organización como la AECC que puede acompañar a personas como Maria José”.
El cáncer de mama ha sido el ejemplo de que apostando por la investigación en apenas 10 años se han conseguido invertir las cifras en la tasa de mortalidad, pasando del 80 al 20%, resalta Gema Moreno-Bueno, directora de Laboratorio de Investigación en Cáncer de la Fundación MD Anderson. “Esto se ha hecho con investigación, solo con investigación. La investigación lo es todo”. Además, la doctora Moreno-Bueno ha hecho hincapié en que “el cáncer también es una pandemia, las cifras son horrorosas. Los investigadores que trabajamos en oncología estamos para y por Maria José y los pacientes que tienen cáncer”.
Después del impacto que supone saber que tienes cáncer, el paciente tiene que aprender a vivir con una enfermedad que, en su caso, supone una ruptura total de su vida, a todos los niveles. Entre el 60 y el 70% de los pacientes tienen secuelas psicológicas. “Es un proceso en el que tienes que recomponerte a nivel emocional, por lo que la atención psicológica es clave”, relata Carmen Yélamos, responsable de Atención Psicológica de la AECC. Entre las principales secuelas están el miedo a vivir con una enfermedad que supone una amenaza vital, la sintomatología ansioso-depresiva, problemas derivados de la menopausia precoz vinculados a las relaciones sexuales o la fatiga crónica. “Nos queda mucho por aprender, tanto al paciente como al entorno que lo rodea”, señala Yélamos. Y es que, en todo el proceso, es esencial que el paciente se sienta acompañado, desde que se le diagnostica la enfermedad hasta que acaba con el tratamiento. Además, ha hecho hincapié en que hay que tener en cuenta que una vez ha terminado el tratamiento del cáncer de mama, éste no ha terminado.
A parte de la salud física y emocional, es clave la inserción laboral de estos pacientes. “Los puestos se deben adaptar a la realidad que están viviendo”, afirma Paniagua. Desde el momento del diagnóstico y en el tratamiento de la enfermedad hasta la incorporación paulatina al puesto de trabajo o el acceso a las incapacidades.
El acto ha concluido con un mensaje lleno de esperanza transmitido por Noemia Paniagua, la cara más visible de la AECC: “Estoy convencida de que llegaremos a una supervivencia del 100% gracias a la colaboración de todos”.