Por Julia Porras
19 de mayo de 2022Uno de cada cuatro pacientes ingresados con Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) presenta desnutrición, ya que el dolor y el malestar que les provoca la enfermedad provoca una disminución en la ingesta de alimentos. Esta realidad evidencia la necesidad de llevar a cabo un correcto tratamiento nutricional a la hora de tratar esta enfermedad.
La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), con motivo del Día Mundial de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), resalta la importancia del papel que desempeña el médico especialista en Endocrinología y Nutrición, tanto en el diagnóstico como en el tratamiento nutricional de los pacientes. El endocrinólogo es el primer profesional que orienta el diagnóstico del paciente cuando acude a consulta tras experimentar pérdida de peso. El doctor Francisco Pita, miembro del Área de Nutrición de la SEEN, indica que “el diagnóstico de la EII se confirma mediante la endoscopia digestiva y la biopsia, pero es importante descartar otras causas de pérdida de peso antes de realizar la endoscopia sin necesidad. Existen otras causas como el hipertiroidismo o la insuficiencia suprarrenal. También pueden existir otros problemas nutricionales como el déficit de algún nutriente o un posible trastorno de conducta alimentaria”, puntualiza Pita.
En cuanto al tratamiento, el endocrinólogo ejerce también una función esencial para adecuar la ingesta de alimentos a las necesidades calóricas y proteicas, así como para abordar el déficit de vitaminas y minerales. “En el caso de los pacientes ingresados, en ocasiones, no es suficiente el tratamiento dietético junto con los suplementos nutricionales, siendo necesario habitualmente emplear la nutrición enteral por una sonda a través de la nariz o una nutrición parenteral mediante vena si el estado y la enfermedad no permiten que el intestino tenga un funcionamiento adecuado”, especifica el endocrinólogo.
Una adecuada nutrición, esencial para la evolución y el pronóstico de la EII
En relación con la dieta que debe seguir un paciente con EII, el especialista mantiene que “no existe ningún patrón dietético para conseguir que esta enfermedad no esté activa, aunque en general se recomienda una dieta rica en frutas y verduras con ácidos grasos omega 3 para disminuir el riesgo de padecerla. Algunos alimentos, en general, se toleran mal, pero es indispensable tratar cada caso de manera individual, ya que la tolerancia hacia los alimentos difiere entre los afectados”, señala Pita.
Por otra parte, cuando un paciente no está bien nutrido, la evolución y el pronóstico de la EII empeoran. Por este motivo, es crucial realizar un cribado nutricional y una monitorización de parámetros como el control del peso a lo largo del tiempo para identificar aquellos pacientes más propensos a experimentar complicaciones nutricionales y desnutrición.
Recomendaciones nutricionales
Las personas que sufren una enfermedad inflamatoria intestinal pueden adoptar los principios básicos de la dietética y la dieto terapia: tomar alimentos astringentes cuando hay diarrea, eludir la ingesta de alimentos flatulentos en caso de meteorismo y gases, evitar productos picantes y comer pequeñas cantidades de alimentos nuevos. Francisco Pita aconseja “analizar cambios de sintomatología con alimentos que previamente se toleraban bien porque pueden ser indicativos de cambios en la enfermedad, así como seguir las indicaciones del médico en cuanto a toma de medicación complementaria o suplementos nutricionales y, asimismo, realizar una valoración nutricional junto con un consejo dietético especializado en aquellos pacientes con EII más grave o con mayor repercusión”, concluye el doctor.