Por Julia Porras
2 de noviembre de 2022Un estudio realizado en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) desvela un factor clave que protege al corazón tras un infarto, principal causa de muerte en el mundo. Los investigadores han descubierto que niveles del receptor CD69 en linfocitos T, situados en la sangre, protegen de complicaciones cardiovasculares después de una isquemia cardiaca, ya que controla la inflamación del daño a medio plazo.
Este descubrimiento “abre las puertas tanto a predecir el pronóstico de los pacientes como a encontrar posibles tratamientos”, explica el doctor Pedro Gargantilla, director médico de Medicina Responsable. La investigación liderada por la Dra. Pilar Martín, jefa del Grupo de Moléculas Reguladoras de los Procesos Inflamatorios del CNIC, desvela que niveles de este receptor en sangre podría predecir el desarrollo de fallo cardiaco, es decir, de secuelas graves en la funcionalidad del corazón.
Los linfocitos T reguladores, explica el Dr. Rafael Blanco-Domínguez, uno de los autores del trabajo, “son células encargadas de controlar otros elementos del sistema inmune para evitar que las respuestas inflamatorias descontroladas puedan acabar causando un daño no deseado”.
Los investigadores, mediante el análisis de marcadores inmunológicos sanguíneos de 283 pacientes del Hospital de la Princesa de Madrid y del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau en Barcelona, que habían sufrido infarto de miocardio, han descubierto que se produce un aumento de la expresión de este receptor CD69 en linfocitos T reguladores en las primeras horas tras el infarto.
Gracias a los experimentos con modelos de ratón, este equipo de científicos ha desvelado que la ausencia de CD69 conlleva un aumento de la inflamación, de la disfunción cardiaca y de la tasa de muerte tras infarto.
La investigación también ha demostrado un dato muy relevante: la terapia con células T reguladoras que expresan CD69 tras un infarto en ratones deficientes en CD69 es suficiente para suplir la deficiencia de esta molécula y así disminuir la inflamación cardiaca y mejorar la supervivencia.