Crecen los problemas de salud mental en los centros educativos

Durante el mes de mayo, 1.512 padres y madres, 4.441 profesores y 268 enfermeras escolares de todo el país participaron en el estudio “Diagnóstico de la salud mental en las aulas”. Un trabajo realizado por el instituto IOInvestigación, que ha tenido como finalidad conocer los problemas de los estudiantes de entre tres y 16 años.  

La conclusión general, que han dado a conocer los sindicatos de enfermería SATSE y el de enseñanza ANPE, es que se han incrementado los problemas de salud mental entre el alumnado. Una situación que ha hecho que, tanto el profesorado (un 95,5%) como los progenitores (90%), consideren necesario contar con una enfermera escolar en los centros escolares.

El estudio señala que las principales patologías diagnosticadas entre los estudiantes son el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), la ansiedad, los intentos autolíticos y las autolesiones. El 86,1% de las enfermeras escolares consultadas afirma que tiene algún alumno o alumna con uno de estos problemas y el 50,79% de las familias dice conocer a un estudiante con uno de estos diagnósticos.

Prevención, detección y seguimiento

En cuanto a las principales labores que deben realizar las enfermeras escolares en este sentido, la presidenta de SATSE, Laura Villaseñor; y el presidente de ANPE, Francisco Venzalá, resaltan que han de ser las de “prevención, detección y seguimiento de los problemas de salud mental”.

En cuanto a la prevención, han manifestado que estas profesionales pueden identificar, en los centros escolares, factores de riesgo relacionados con el inicio de conductas lesivas, como el consumo de alcohol, tabaco o drogas, así como situaciones de acoso escolar, baja autoestima o problemas de socialización. En su labor de detección, han de alertar a los equipos docentes, de orientación y de salud para derivar los casos a un profesional correspondiente; enfermeras de salud mental, psicólogos u otros especialistas. Finalmente, en el caso de que exista un diagnóstico de patología psiquiátrica, han explicado que la enfermera escolar se ha de encargar de la administración y el seguimiento del tratamiento farmacológico. 

A pesar de la necesidad de esta labor, con el estudio se ha podido comprobar que no todos los centros contemplan estos protocolos y, por tanto, no disponen de documentos de organización u orientación. Así lo afirma el 43,8% de las enfermeras y el 53,3% de los profesores encuestados.

Actualmente, el motivo principal de la presencia de las enfermeras en los centros educativos no es prevenir, detectar o tratar las patologías de salud mental, sino tratar a alumnos con patologías crónicas, enfermedades raras o discapacitantes. 

En lo que respecta a las actuaciones e intervenciones con las familias en materia de salud mental, el 68,3% de las profesionales sanitarias señala que no tiene posibilidad de realizar ninguna, mientras que el 56,3% afirma que no hay articuladas vías para intervenir con el profesorado.

La salud mental del profesorado

En la encuesta también se hace referencia a la salud mental del profesorado. Según los docentes encuestados, los factores que más influyen en que esta se vea afectada son los excesos de burocracia (80,2%), el elevado número de alumnos (70,9%), los problemas de convivencia en las aulas (70,8%), la escasez de recursos (61,3%), la falta de dignificación social (60,3%), la gran responsabilidad (55,9%) y el horario lectivo (33,8%).

Asimismo, el 90,9% indica que no se contemplan, por parte de la Administración educativa, recursos o programas de apoyo en el lugar de trabajo. Por otra parte, el 59,9% señala que no han realizado cursos de formación sobre bienestar emocional y salud mental.

 

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