Por Andrea Rivero
23 de agosto de 2023La belleza se asocia a muchos factores; a una piel perfecta, a un cabello brillante o a un rostro proporcionado. Sin embargo, algunas personas presentan anomalías dentofaciales, como el prognatismo (mandíbula prominente), la retrognatia (mandíbula retraída) y las asimetrías faciales, que pueden afectar a su capacidad de masticar, hablar y respirar correctamente, además de tener un impacto negativo en la autoestima y en la calidad de vida.
En la búsqueda de soluciones efectivas que ayuden a mejorar, tanto física como emocionalmente, a estas personas, la cirugía ortognática ha demostrado ser una opción segura y eficaz, que combina la ortodoncia y la cirugía maxilofacial. “La asimetría facial afecta a muchas personas en todo el mundo y puede ser una fuente de inseguridad y preocupación para aquellos que la padecen, ya que juega un papel importante en la determinación de la belleza o atractividad", indica el doctor César Colmenero, jefe de servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital Ruber Internacional de Madrid. El impacto visual de la simetría, de proporciones equilibradas, es una percepción de gran importancia de la armonía y belleza, "y su manejo es todo un reto. Debe existir una clara definición en la asimetría por el médico y el paciente, intentando realizar un análisis cuantitativo de la simetría”.
Los pacientes que son intervenido quirúrgicamente mediante está técnica, han de ser sometidos, en primer lugar, a una evaluación exhaustiva para determinar la causa y la extensión de la asimetría facial o maloclusión dental. Para ello, se le realizarán radiografías, modelos de estudio, fotografías, y evaluación de la mordida y de la función de la mandíbula. "El equipo quirúrgico maxilofacial trabajará en estrecha colaboración con un ortodoncista para asegurarse de que los dientes estén alineados adecuadamente antes y después de la cirugía", explica el doctor.
Mediante programas de visión computerizada, los algoritmos procesan automáticamente las imágenes 3D y construyen modelos de alta definición de la forma de la cara del paciente, determinando la línea media, siendo útiles para diagnosticar y planificar virtualmente la cirugía.
Durante la cirugía ortognática se realizan incisiones dentro de la boca para acceder a los huesos de la mandíbula y la cara. “Estos huesos se cortan cuidadosamente y se reposicionan en su lugar correcto para crear un equilibrio facial más simétrico. Los huesos se fijan en su nueva posición con placas y tornillos, y la incisión se cierra cuidadosamente para minimizar las cicatrices”, expone el doctor Colmenero.
Tras la cirugía, los pacientes pueden experimentar hinchazón y molestias, algo completamente normal, y además, deberán seguir una dieta líquida o blanda durante un tiempo y evitar algunas actividades físicas.
El especialista también destaca que, “la cirugía ortognática es un procedimiento seguro y efectivo, pero, como con cualquier operación, puede producir sangrado, infección, dolor crónico, entumecimiento facial y problemas de la articulación temporomandibular. Sin embargo, con una planificación y preparación adecuadas, y con un equipo quirúrgico experimentado y cuidadoso, estos riesgos se minimizan".