Por Andrea Martín
18 de septiembre de 2024El Ministerio de Sanidad ha actualizado este martes la situación epidemiológica de la viruela del mono (mpox) en España, registrando 14 nuevos casos en la última semana. Este dato refleja una disminución en el ritmo de contagios, ya que la semana anterior se reportaron 42 casos. En lo que va de 2024, se han detectado 408 casos de viruela del mono, superando los 325 registrados en todo 2023.
De los casos notificados en 2024, el 93,1% presentó fecha de inicio de síntomas, siendo la mayoría hombres (98,2%), con una media de edad de 37 años. La franja predominante fue de 30 a 49 años, y el 44,2% de los casos había nacido en España.
Durante la primera semana de septiembre, se notificaron seis casos nuevos en las comunidades autónomas de Madrid (2), Cataluña (1), Castilla-La Mancha (1), País Vasco (1) y Comunidad Valenciana (1).
En cuanto a los síntomas, el 71,1% de los casos presentó fiebre y otros síntomas como astenia, dolor de garganta o muscular. Además, el 72,1% de los casos presentó erupciones en la zona anogenital. Por otro lado, se reportaron 39 pacientes con complicaciones, como infecciones bacterianas secundarias y úlceras bucales, siendo necesaria la hospitalización de 20 personas.
Respecto a la vacunación, el 89,5% de los casos no estaban vacunados o se desconocía su estado vacunal, mientras que solo el 9,7% había recibido la vacuna frente a mpox.
El principal mecanismo de transmisión sigue siendo el contacto estrecho durante relaciones sexuales, siendo este el origen probable en el 81,1% de los casos. Además, la mayoría de los afectados, excluyendo menores, fueron hombres que mantuvieron relaciones sexuales con otros hombres (73,2%).
El Ministerio de Sanidad continúa monitorizando la evolución de la enfermedad y reforzando las medidas de control.
Medidas de prevención
Según explica el director médico de Medicina Responsable, el doctor Pedro Gargantilla, "a principios de septiembre, la OMS decretó la viruela del mono como emergencia sanitaria, por lo que debemos seguir las medidas de prevención adecuadas para evitar una mayor propagación".
El doctor Gargantilla diferencia cuatro niveles de prevención. El primero se centra en la vía sexual. "Esta es la forma más fácil de contacto, por lo que es necesario que se mantengan relaciones sexuales de forma segura, haciendo uso de preservativos". Por otro lado, explica que es necesario evitar el contacto íntimo con la persona infectada para no tocar las lesiones cutáneas que padece, así como evitar el contacto con los objetos que haya podido tocar el paciente. Finalmente, recomienda el uso de mascarillas cuando se hable con una persona infectada. "Otra vía de transmisión de la enfermedad es por vía oral a través de las partículas de la saliva. Ante esto, lo mejor es hacer uso de la mascarilla y así evitar el contagio".
La vacunación, según explica Gargantilla, es lo más recomendable. Actualmente, existen dos tipos de vacunas, cuya ventaja es que pueden administrarse antes de contagiarse de la infección y después de haberse contagiado. Estas vacunas están recomendadas para las personas infectadas, el personal sanitario que pueda tener contacto con pacientes con la infección, las personas que trabajan en laboratorios con muestras del virus y toda persona inmunodeprimida que, al contraer la enfermedad, pueda desarrollar complicaciones graves.
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