Por Julia Porras
16 de noviembre de 2022Según el último informe del Ministerio de Sanidad sobre las enfermedades respiratorias, el 12% de los mayores de 40 años sufre la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, más conocida como EPOC, siendo más frecuente en hombres que en mujeres. En nuestro país, afecta a alrededor de 2,9 millones de personas y supone la tercera causa de muerte en el mundo, por encima del cáncer de pulmón.
La EPOC es una enfermedad respiratoria que se produce por la inflamación de los pulmones y que, a su vez, provoca una obstrucción de las vías respiratorias, dificultando la entrada y salida de aire y, por lo tanto, disminuyendo la cantidad de oxígeno que llega a la sangre. El humo del tabaco es la principal causa del desarrollo de la EPOC, lo que la convierte en la primera causa de muerte prevenible. “Con campañas de prevención y de rehabilitación se podrían prevenir muchos casos de esta patología”, asegura el director médico de Medicina Responsable, el doctor Pedro Gargantilla. Además, la enfermedad “puede aparecer hasta 10 años después de haber dejado de fumar y depende de los años que se ha fumado y de la cantidad de cigarrillos inhalados”.
Inicialmente los síntomas de la EPOC suelen ser leves y casi insignificantes; dificultad respiratoria leve, disnea y algo de tos, factores que generalmente se asocian a otras enfermedades o a la edad. Es una enfermedad silenciosa y actúa despacio, pero es muy grave. De hecho, se han descrito hasta 73 comorbilidades asociadas a la EPOC, entre ellas hipertensión arterial, dislipemia, diabetes mellitus, insuficiencia cardíaca, fibrilación auricular, cardiopatía isquémica, enfermedad renal crónica, enfermedad arterial periférica y osteoporosis. Son menos frecuentes la enfermedad por reflujo gastroesofágico, la hepatopatía crónica, neoplasia pulmonar, la depresión o la enfermedad cerebrovascular. “Aun as,í es una enfermedad muy infradiagnosticada, puesto que los síntomas se pueden confundir con otras enfermedades respiratorias”, afirma el doctor Gargantilla.
Vivir con EPOC
La supervivencia de una persona con EPOC es de entre 10 a 20 años desde el momento del diagnóstico, aunque dejar de fumar puede aumentar mucho la vida y su calidad. “Es el paradigma de enfermedad multisistémica, por lo que un manejo integral y multidisciplinar de estos pacientes es una de las claves para mejorar su atención, siendo clave el rol del médico internista en su manejo”, afirman desde la Semi (Sociedad española de medicina interna).
En palabras de la Dra. María Gómez Antúnez, médico internista de Semi, “el manejo de los pacientes con EPOC no debe centrarse sólo en la patología pulmonar, sino que hay que llevar a cabo una búsqueda activa de esas comorbilidades. El abordaje y tratamiento correcto de estas comorbilidades resultan fundamentales para mejorar la calidad de vida del paciente, disminuir las exacerbaciones, evitar reingresos y disminuir la morbimortalidad de los pacientes”. Y es que, más de la mitad de los pacientes con EPOC precisan de hospitalización por una agudización y son ingresados en los Servicios de Medicina Interna y “el 50% de los pacientes muere aproximadamente en los 3,6 años siguientes a esta hospitalización”, afirma el doctor Gargantilla.
Tratamiento
El tratamiento de esta enfermedad se basa en fármacos broncodilatadores de acción corta, corticoides en las agudizaciones moderadas o graves y antibióticos, si se sospecha que la causa de la agudización es una infección respiratoria aguda de causa bacteriana. En muchos casos es preciso la oxigenoterapia para conseguir adecuados niveles de oxigenación en sangre. “La mayoría de los pacientes que salen de su hospitalización por EPOC se marchan a casa con oxígeno para toda su vida”, dice el doctor Gargantilla.
Por el contrario, el tratamiento del EPOC en fase estable está basado en broncodilatadores de acción prolongada, solos, combinados entre sí o asociados a los fármacos antiinflamatorios como los corticoides inhalados. “Un buen soporte nutricional y la realización de actividad física regular acorde a la condición física y fase de la EPOC son también claves en el tratamiento de esta patología. Además, se debe hacer un tratamiento óptimo de las comorbilidades, con un abordaje individualizado”, aseguran desde la Sociedad Española de Medicina Interna.
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