Por Medicina Responsable
3 de marzo de 2025El virus del papiloma humano (VPH) es la infección de transmisión sexual más común tanto en hombres como en mujeres. Para prevenir su propagación y la aparición de las complicaciones que conlleva, incluyendo diversos tipos de cáncer, la prevención a través de la vacunación y los cribados poblacionales son aspectos primordiales.
Con este propósito, la farmacéutica MSD ha puesto en marcha una campaña de concienciación con el respaldo de 62 entidades sociosanitarias bajo el título “Escribe tu propia historia”. El doctor Manuel Cotarelo, director médico de Enfermedades Infecciosas y Vacunas de MSD en España, ha detallado que esta campaña “pretende hacer un llamamiento a toda la población para concienciar e informar de que esta infección (responsable del 5% de los tumores humanos) se puede prevenir”.
A pesar de que la mayoría de las infecciones por VPH no provocan complicaciones graves, “las persistentes podrían causar ciertos cánceres y enfermedades relacionadas”, apunta el doctor Cotarelo. De hecho, el VPH está relacionado con aproximadamente el 90% de verrugas genitales, el 100% de casos de cáncer escamoso anal, el 53% de los de cánceres de pene, el 25% los de vulva, el 78% de los cánceres de vagina y el 30% de cánceres de orofaringe a nivel global.
También es responsable de todos los casos de cáncer de cérvix, el cuarto tipo oncológico más común entre mujeres de 15 a 44 años. Frente a estos cánceres, la Estrategia Europea de Eliminación del Cáncer de Cérvix se ha marcado como objetivo reducir la incidencia y mortalidad de esta enfermedad a través de un enfoque integral que incluye vacunación, cribado y tratamiento temprano. Esta estrategia, respaldada por la OMS, se basa en la regla del 90-70-90: inmunizar al 90% de las niñas menores de 15 años frente al VPH, realizar pruebas de cribado al 70% de las mujeres entre 35 y 45 años y garantizar que el 90% de las mujeres diagnosticadas reciban el tratamiento adecuado.
En España se han puesto en marcha medidas a este respecto, como la expansión de los programas de vacunación y la puesta en marcha de cribados poblacionales. Aunque estos esfuerzos han dado sus frutos, siguen existiendo importantes desigualdades en el acceso a la vacunación y los cribados, por lo que, para el presidente de la Asociación HPV Madrid, el doctor Jesús de la Fuente, “sería necesario fortalecer la equidad en el acceso a los servicios de salud y aumentar los recursos destinados a la sensibilización y la investigación sobre nuevos tratamientos y tecnologías de detección”.
Uno de estos avances ha llegado de la mano de la implantación del automuestreo para la detección del VPH. De esta forma, en lugar de tener que desplazarse a un centro sanitario para que un profesional extraiga una muestra de cuello uterino (la técnica habitual de detección), se permite que las mujeres puedan recolectar ellas mismas esta muestra en la comodidad y privacidad de su hogar.
Los programas para fomentar la inmunización frente a este virus en niños son otra herramienta esencial para ampliar la inmunidad de grupo e interrumpir la transmisión del virus. “Estos programas son particularmente importantes para cerrar las brechas de vacunación y asegurar que un mayor porcentaje de la población esté protegida”, ha explicado el doctor Jaime Pérez, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV).
Factores como el nivel socioeconómico, el acceso a la atención sanitaria y la educación sobre salud pueden influir en la participación en programas de vacunación y cribado. El doctor Pérez ha explicado que, según muestra un reciente estudio realizado en la ciudad de Valencia, se pueden observar cómo los barrios donde había una menor cobertura vacunal son “los que tienen un alto porcentaje de población extracomunitaria, un valor catastral alto o una baja renta neta”.
Por este motivo considera que las autoridades sanitarias deberían intensificar las campañas de sensibilización sobre la importancia de la vacunación infantil y garantizar que los programas de vacunación sean accesibles a nivel nacional.
Por otro lado, el estigma sigue siendo una de las principales barreras que enfrentan las pacientes, que en muchos casos provoca vergüenza y discriminación. Para quienes desarrollan cánceres ginecológicos asociados al VPH hay una “carga psicológica significativa”, con niveles de depresión y ansiedad que superan el 50%, según un estudio reciente. Por ello, los expertos reivindican apoyo psicológico integral a lo largo del proceso de tratamiento.