Por Medicina Responsable
15 de abril de 2025Tras más de dos décadas sin novedades en el campo de la ciencia para tratar la gonorrea, un ensayo clínico en fase avanzada ha abierto un amplio campo de posibilidades: la gepotidacina podría ser la solución a esta infección de transmisión sexual.
Así lo ha demostrado una investigación publicada en The Lancet y realizada por científicos de los hospitales universitarios de Birmingham, Atlanta y Luisiana, y de la compañía biofarmacéutica GSK.
Este ensayo, realizado a 628 pacientes, comparó el tratamiento actual, una inyección de decceftriaxona y azitromicina por comprimido, con uno nuevo basado en un comprimido oral de gepotidacina. Con ello, clarificó que el nuevo método era tan eficaz como el habitual, sobre todo frente a las cepas que son resistentes a los fármacos actualmente en uso y en la mejora de la experiencia de los pacientes.
La gepotidacina pertenece a una nueva clase de antibióticos llamados triazaacenafilenos que actúan sobre dos enzimas clave que la bacteria de la gonorrea necesita para sobrevivir. Este es usado comúnmente para tratar las infecciones del tracto urinario y sus tasas de éxito microbiológico son del 92,6 %. Además, no se observaron efectos secundarios graves. "Los casos de gonorrea farmacorresistente han aumentado rápidamente en los últimos años a la vez que se han reducido las opciones de tratamiento. Hay una necesidad urgente de métodos para la gonorrea, sin nuevos antibióticos desde la década de 1990”, afirman los autores del estudio.
Sin embargo, también advierten de que este informe se centró en la gonorrea urogenital y que la mayoría del grupo de ensayo eran hombres blancos, por lo que serían necesarias más investigaciones para ver el impacto del nuevo tratamiento en la gonorrea del recto y garganta en otros grupos como mujeres, adolescentes y diversas etnias.
Según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) la bacteria Neisseria gonorrhoeae, causante de la gonorrea, ha aumentado recientemente su resistencia a los antimicrobianos, lo que está provocando un incremento del fracaso terapéutico.
En 2020, ya había 82,4 millones de nuevos casos de gonorreaa nivel global en personas de entre 15 y 49 años, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y desde entonces no ha parado de crecer junto a otras como la sífilis y la clamidia.
En España, el informe Vigilancia Epidemiológica de las Infecciones de Transmisión Sexual en España elaborado en 2023 muestra que, entre 2021 y 2023, la infección gonocócica creció un 42,6% y la sífilis un 24,1%. Por su parte, la clamidia ha aumentado un 20,7% anual entre 2016 y 2023.
Por ello, el Centro Nacional de Epidemiología (CNE) ha puesto en marcha el Plan de Prevención y Control de la infección por el VIH y las ITS 2021-2030 con el objetivo de eliminar estas infecciones como problema de salud pública para el año 2030. El plan se basa en un enfoque integral que abarca la prevención, el diagnóstico precoz, el tratamiento, la atención a la cronicidad y la mejora de la calidad de vida, sin olvidar la lucha contra el estigma y la discriminación.