“Ameba comecerebros”, la infección que se ha cobrado una nueva vida en Estados Unidos

El condado norteamericano de Charlotte, en Florida, está en alerta tras el fallecimiento de un hombre a causa de una infección por Naegleria fowleri, conocida como la “ameba comecerebros”. Según ha informado el Departamento de Salud de Florida, el hombre contrajo este parásito al enjuagarse la nariz con agua del grifo. Las autoridades han advertido a la población del peligro y han recomendado que utilicen agua destilada o descontaminada, para lo que recomienda hervirla, aunque insisten en que tanto lavarse como beber agua corriente es seguro ya que, “la infección con Naegleria fowleri es rara y solo puede ocurrir cuando el agua contaminada con amebas ingresa en el cuerpo a través de la nariz. No puede infectarse por beber agua del grifo”.        

Este no es el primer caso que se da en Estados Unidos. En el año 2021 un niño en el norte de Texas falleció por esta misma causa. De hecho, de acuerdo con las autoridades, desde que se comenzase a monitorizar en 1962 se han contabilizado 162 casos. Aunque no tiene una incidencia elevada, la preocupación es alta debido a que la tasa de mortalidad de esta infección es del 97% y no tiene tratamiento. 

La Naegleria fowleri es un organismo unicelular parásito altamente letal que tiende a proliferar en aguas cálidas estancadas, es decir, insalubres. La cuestión de este caso reside en cómo ha ocurrido si, en teoría, el agua del grifo debe estar tratada. Según el Departamento de Salud, “como parte de una respuesta de varias agencias, se continúa investigando cómo ocurrió esta infección y se está trabajando con los servicios públicos locales para identificar cualquier vínculo potencial y tomar las medidas correctivas necesarias”. 

La infección por este organismo no presenta síntomas serios en un primer momento, comienza con dolor de cabeza, fiebre, náuseas, vómitos, etc., síntomas bastante generales que no hacen pensar que se trate de una infección de esta ameba. Sin embargo, en la siguiente fase provoca rigidez en el cuello, confusión, fatiga, pérdida del equilibrio, convulsiones y alucinaciones. Finalmente destruye el tejido cerebral y el paciente muere. 

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