Un alucinógeno abre la puerta a un nuevo tratamiento para la anorexia

Anorexia, bulimia, vigorexia… En España más de 400.000 personas padecen algún trastorno de la conducta alimentaria (TCA). Son enfermedades mentales graves que se relacionan con una conducta alterada en relación con los hábitos alimentarios, lo que se traduce en comportamientos que van desde comer de manera descontrolada hasta la falta de ingesta de comida, pudiendo llegar a poner en peligro la vida de quien lo sufre.

Uno de los mayores desafíos que se presenta ante estas enfermedades es encontrar el tratamiento más efectivo, cuyo propósito es recuperar el peso corporal y los hábitos alimenticios, así como solventar los problemas psicológicos. Un nuevo estudio, publicado en la revista Nature y dirigido por el equipo de Stephanie Knatz Peck, en el Centro de Trastornos Alimentarios de la Universidad de California de San Diego (UCSD), ha demostrado que el alucinógeno psilocibina, una sustancia que se encuentra en algunas setas, podría abrir la puerta a un nuevo tratamiento contra una de estas enfermedades mentales: la anorexia nerviosa.

La anorexia nerviosa es un trastorno caracterizado por un temor y preocupación excesivo a aumentar de peso. Las personas con anorexia nerviosa tienen una pérdida anormal del apetito, tratan de evitar comer y comen lo menos posible. Esta enfermedad es complicada de tratar y, actualmente, no existe un tratamiento capaz de revertir los síntomas.

El estudio de la universidad norteamericana, en el que participaron 10 mujeres adultas con un índice de masa corporal bajo, mostró que, con una dosis única de psilocibina, administrada junto con apoyo psicológico, es un tratamiento seguro y tolerable para pacientes con anorexia nerviosa y puede disminuir los comportamientos de trastornos alimentarios en un subconjunto de pacientes.

La psilocibina es una droga psicodélica que podemos encontrar en diferentes especies de hongos, coloquialmente conocidos como “setas mágicas”, que pertenece a la familia de las triptaminas, un neurotransmisor que participa en la regulación del estado de ánimo, el apetito y otros procesos fisiológicos. Al consumirla, el cuerpo la metaboliza en psilocina, la cual se une a los receptores de serotonina en el cerebro provocando alteraciones en la percepción, el pensamiento y el estado de ánimo.

Los investigadores estudiaron la seguridad, tolerabilidad y eficacia de una única dosis de 25 miligramos de psilocibina y los resultados mostraron como el 90% consideraba que el tratamiento con psilocibina era significativo y positivo. Además, los autores indican que cuatro participantes demostraron disminuciones sustanciales en las puntuaciones de los trastornos alimentarios en un seguimiento de tres meses y ninguna presento efectos adversos. Sin embargo, los científicos reconocen que estos resultados son preliminares y se necesita más investigación.

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