Por Medicina Responsable
17 de julio de 2025Se considera tos crónica aquella que dura más de ocho semanas. En España, el 5,5% de la población adulta presenta tos crónica y constituye uno de los motivos más frecuentes de consulta a los profesionales de la salud. Sin embargo, su manejo es muy heterogéneo con abordajes clínicos muy dispares. De hecho, en nuestro país, solo el 2,4% de la población con tos crónica ha recibido un diagnóstico médico formal.
En ciertos pacientes, a pesar de recibir un tratamiento adecuado y un control efectivo de la patología subyacente, la tos persiste, clasificándose como tos crónica refractaria. En otros casos, a pesar de realizar un exhaustivo estudio diagnóstico, no se logra identificar una causa que justifique la tos crónica. A esta última se le llama tos crónica inexplicada.
Estudios recientes han puesto de manifiesto un mecanismo neuropático subyacente en pacientes con tos crónica refractaria e inexplicada. Estos presentan unas características clínicas comunes y un importante impacto en su calidad de vida.
Tal y como destaca el doctor David de la Rosa, presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), “para una óptima evaluación y manejo de la tos crónica, es imprescindible un enfoque multidisciplinar”. Al mismo tiempo, es clave el rol integrador que desempeña el neumólogo en el manejo de estos pacientes. Con frecuencia es el especialista encargado de evaluar a los pacientes, coordinar los estudios complementarios, facilitar un diagnóstico diferencial y realiza el seguimiento del paciente.
Pese a ello, no existe un protocolo común para su diagnóstico y tratamiento. Como muestra la “Encuesta sobre la percepción de los médicos acerca del uso y la eficacia de los procedimientos diagnósticos y terapéuticos en pacientes con tos crónica”, los tratamientos más prescritos suelen ser broncodilatadores, corticoesteroides inhalados o antitusígenos, aunque su eficacia percibida es, en general, limitada. Esta falta de un enfoque común implica que muchos pacientes acudan a varios especialistas y reciban tratamientos empíricos con resultados insatisfactorios, lo que genera frustración, prolonga los tiempos diagnósticos y, en algunos casos, puede derivar en intervenciones más invasivas o costosas.
Además, la falta de control de la tos crónica con los tratamientos disponibles puede llevar a complicaciones como como hernias, fracturas costales, cefaleas, vómitos e incontinencia urinaria, afectando negativamente la calidad de vida de los pacientes.
Guías como la Normativa SEPAR (2015), la Chest Guideline and Expert Report (2018) y las ERS Guidelines (2020) “son valiosas, pero han quedado algo desactualizadas, por lo que la actualización de las guías clínicas es urgente para incorporar los últimos avances terapéuticos y optimizar la atención a los pacientes”, señala el doctor de la Rosa. En cuanto a los protocolos, el presidente de SEPAR subraya la necesidad de desarrollar documentos más específicos y detallados que faciliten la derivación y la coordinación entre los distintos especialistas implicados en el abordaje de estos pacientes.
Según el profesor Ignacio Dávila, presidente de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), “el perfil del paciente con tos crónica corresponde habitualmente a una mujer de entre 50 y 60 años, no fumadora, con antecedentes de alergia, con tos generalmente continua y no productiva, de varios años de evolución y que ha pasado por la consulta de varios especialistas”.
“Los pacientes llegan a presentar una importante afectación de la calidad de vida, con alteración del reposo nocturno y del rendimiento laboral”, indica el profesor Dávila. “También pueden presentar disfonía, dolores musculares o incontinencia urinaria asociada”, añade, haciendo hincapié en que se considera esencial un abordaje multidisciplinar de los casos más graves, principalmente, en unidades especializadas.
Joaquín Mateos, director médico de MSD en España, subraya la necesidad de visibilizar la tos crónica, dimensionar su impacto y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen: “Nuestro compromiso es contribuir a un mejor abordaje de la tos crónica, que tiene un gran impacto en la calidad de vida de las personas. Apostamos por la investigación, la sensibilización y el desarrollo de soluciones que ayuden a responder a esta necesidad médica no cubierta”.
Esta condición también puede provocar alteraciones sociales o laborales como la vergüenza por toser reiteradamente; el no poder acudir a determinados espectáculos; e incluso desencadenar síntomas ansiosos y depresivos según explica el Profesor Dávila.
No obstante, el impacto de esta situación no solo afecta a quienes la padecen, sino también al sistema sanitario. Así lo refleja el estudio “Características y manejo de los pacientes con tos crónica refractaria o inexplicada en consultas externas hospitalarias en España”, que indica que más del 90 % de los pacientes había consultado a un neumólogo y cerca del 80 % a Atención Primaria, con una media de cinco visitas por especialista en los últimos tres años.