Enfermos de amor por el catalán

A título particular, quisiera felicitar a los más de 2000 médicos que, agrupados bajo la denominación de “Enfermos de amor por el catalán”, dedican grandes esfuerzos a que el personal sanitario hable catalán. Felicitación que extiendo a toda Cataluña y a todos los enfermos de verdad, no de amor, porque si más de dos mil médicos se agrupan para una tarea lingüística eso significa que no hay ningún otro problema que sea más importante para un médico que trabaje en Cataluña: su remuneración económica es suficiente, sus horas de trabajo normales, el número de pacientes a los que atender no les causan ningún agobio, no existen listas de espera, las guardias ya no son el camino para redondear el sueldo, y la atención primaria -algo que falla en toda España, según SEMERGEN, la más importante asociación de médicos de familia- no existe en Cataluña. 

Los componentes del valiente grupo “Enfermos de amor por el catalán” deberían hacer un poco más de esfuerzo para que esa maravillosa realidad de la comunidad catalana, la de no padecer ninguno de los problemas que atosigan a los médicos y personal sanitario en el resto de comunidades autónomas, se sepa, porque debe haber enemigos de Cataluña que hablan de listas de espera, de horarios estresantes, de tener que atender un cúmulo de pacientes por hora que no garantiza una buena atención, incluso de importación de enfermeros, más de un millar, aunque a una de ellas, que no estaba enferma de amor por el catalán han logrado acosarla, hundirla en la depresión y despacharla. Y digo que deben esforzarse, porque si los médicos y personal sanitario tienen los mismos problemas que en el resto de España, y en lugar de dedicar sus esfuerzos denunciarlos y solucionarlos han descubierto que es más importante el idioma, alguien puede pensar que esos más de dos mil enfermos, no están enfermos de amor por el catalán, sino que deben tener algún trastorno cerebral.  

---