Por Luis del Val
29 de julio de 2025El agua, ese placer que nos alivia del calor, no puede convertirse en un factor letal. Y lo es, no por culpa del agua, sino por el empecinado error de bucear en solitario, no respetar la digestión de las comidas; tirarnos de cabeza sobre espacios, cuyo lecho desconocemos, despreciar las señales de peligro en las playas y-sobre todo, los jóvenes- no calcular las distancias en el mar, donde todo parece que está muy cerca, y lo estaría, si fuésemos corriendo sobre tierra, pero no nadando sobre el agua.
En lo que va de verano, más de 100 personas han muerto en España por las causas que hemos aludido. Puestos esos cuerpos sin vida, uno detrás de otro, tendrían una longitud superior al kilómetro y medio.
Un disparate. Pero un disparate que cometemos nosotros, verano tras verano.