I Aniversario de Medicina Responsable

Las aventuras humanas son tan impredecibles que, incluso el titular de este Editorial, “Primer Aniversario”, incluye el punto de soberbia sobre la seguridad de que vendrán otros aniversarios. Pero no es soberbia, sino ilusión y esperanza. Una ilusión y una esperanza que, no sólo no han disminuido de las que teníamos hace un año, sino que han aumentado, gracias al apoyo que hemos venido recibiendo de usuarios, entidades y profesionales.

Sabemos que nuestro objetivo, “humanizar la Medicina”, es tan ambicioso y tan vasto, que será imposible cumplirlo totalmente, pero también es cierto que -a la vez que aumentan los diagnósticos digitales y la tecnología para su detección- también progresa la preocupación por no olvidar nunca que el objeto de la ciencia médica es un ser humano, con sus emociones, su fragilidad, su debilidad y su grandeza, distinto a los otros que tengan la misma enfermedad, porque nadie es exactamente igual al otro. Si la Medicina es la más científica de las Humanidades y, a la vez, la más humana de las Ciencias, estamos convencidos de que el avance científico y su aplicación -la tecnología- no debe anular la relación médico-paciente, sino que la hará más segura.

A finales del siglo pasado y principios de este, algunas multinacionales comenzaron a reclutar, entre sus ejecutivos de alta dirección, a personas formadas en el sector de las Humanidades. Del ámbito del Derecho y la Sociología, por supuesto, pero también de la Filosofía y las Bellas Artes. El cliente tiene unas características que las puede definir un algoritmo, pero cada cual sigue siendo distinto y, en cuanto advierte que es tratado como una res con número en el lomo, observa con desconfianza cualquier oferta. 

El médico más sabio puede ser observado como un robot por el paciente, si el paciente nota que a él le analizan sólo como si fuera un cuerpo. Cuando llevamos a hacer la revisión del coche al taller, sólo nos interesa la eficiencia del taller. Cuando es nuestra persona la que se somete a una revisión nunca llegaremos a admitir que somos un vehículo sin alma. 

Gracias a todos los que nos han ayudado con sus comentarios, sus observaciones, su apoyo, o su crítica. Lo de “primer aniversario” no es soberbia, sino la esperanza de que ese apoyo perdure, y podamos celebrar otros aniversarios, porque eso demostrará que no nos han abandonado.

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