Por Medicina Responsable
18 de junio de 2025Casi siempre estamos más prestos a la crítica que al elogio.
No creemos que sea una característica de la sociedad española, sino más bien una constante de la mayoría de los individuos, y es posible que no sea falta de generosidad, sino que, en el subconsciente, cuando encontramos defectos en alguien, nos premiamos a nosotros mismos por no participar de esa debilidad o de esa equivocación.
Por eso mismo, disfrutamos de la preparación y de la liturgia de entrega de los “Premios Latido”. Son personas en las que destaca su inteligencia, su generosidad, su espíritu de superación, su talento y su desprendida entrega a los demás. Y reconocer sus méritos, y ponerlos de relieve, y proyectar esas virtudes entre todos nosotros porque, también, nos pueden servir de ejemplo. No seremos capaz de imitarles, porque no tendremos sus dotes, pero detrás de sus logros hay trabajo, sacrificio, curiosidad y amor a los demás. Y eso sí que está al alcance de todos.