Por Medicina Responsable
13 de diciembre de 2022En EE.UU, hay un acuerdo entre la Asociación Americana de Psicología, la Administración de Servicios de Abusos de Sustancias y Salud Mental, y la Asociación Nacional de Trabajadores Sociales, en que las terapias dirigidas a cambiar la identidad de género o la orientación sexual son inapropiadas, y no deben utilizarse dado el riesgo de daño. Y está prohibida en 18 estados.
La Asociación Americana de Psicología se creó en 1892 y su prestigio está bastante reconocido en todo el mundo, pero nuestros legisladores no parece que tengan en cuenta el criterio de los expertos. Otro dato, también procedente de Estados Unidos, nos indica que entre el 65-75% de los adolescentes transgénero piensan en suicidarse y, de ellos, uno de cada cinco lo intenta realmente.
Cuando esté aprobada la Ley Trans en España, un niño de 13 años podrá empezar a hormonarse para cambiar de género, y una menor de 16 podrá someterse a una operación de cambio de género, sin consultar a sus padres. Tendrá que pedirles permiso para irse con unas amigas de viaje turístico a París, pero podrá cambiar de género, y salir de casa una mañana llamándose María Asunción y regresando llamándose Federico. No es una broma.
Lo que nos preguntamos es ¿en qué parte del juramento hipocrático se basará un médico para comenzar a hormonar a un menor o cambiarle de género sexual, sin que lo sepan sus padres, responsables subsidiarios del menor?