Por Andrea Rivero
5 de agosto de 2022Una investigación de la Universidad de Groningen, Países Bajos, ha señalado que la Covid persistente afecta a uno de cada ocho personas que se infectan, es decir, al 12,7%. Además, han recogido los síntomas principales que podrían estar vinculados a esta forma crónica de la enfermedad.
Con un total de 12.693 participantes, este estudio, publicado en la revista The Lancet, muestra una visión nueva y fiable sobre la prevalencia de la Covid persistente en la población y su sintomatología. Los investigadores analizaron una veintena de síntomas somáticos que pueden darse en pacientes con la infección y su intensidad. Aunque se han reportado más de 200 síntomas relacionados con esta persistencia de la enfermedad, en este estudio se centraron en los 23 que tienen mayor prevalencia.
Los resultados revelaron que un 21,4% de los adultos que tuvieron la enfermedad experimentaron al menos un síntoma nuevo o, de forma más intensa, alguno de los que ya padecía, de tres a cinco meses después de haber dado positivo. Esto indica que uno de cada ocho pacientes sigue experimentando síntomas a largo plazo.
Los investigadores también pudieron analizar los síntomas antes y después de la infección, lo que les permitió concluir cuales son los principales que están asociados a la Covid persistente:
- Dolor torácico.
- Dificultad y dolor para respirar.
- Dolor muscular.
- Pérdida del gusto y del olfato.
- Hormiguero en las extremidades.
- Dolor de garganta.
- Pesadez en los brazos y piernas.
- Sensación alterna de frío y calor.
- Cansancio general.
De acuerdo con los autores, “hasta donde sabemos, este es el primer estudio que informa de la naturaleza y la prevalencia de la afección posterior a la Covid-19, al tiempo que corrige los síntomas individuales presentes antes de la infección y la dinámica de los síntomas en la población sin infección durante la pandemia”.
Estos resultados ayudarán a ofrecer una mejor definición de la Covid persistente y, además, muestran que esta condición es un problema con un número creciente de personas afectadas, por lo que hay que atajarlo con urgencia. Sin embargo, los investigadores son conscientes de que la investigación futura debe incluir más síntomas como los relacionados con la salud mental.