Por Julia Porras
23 de junio de 2022Gerardo tiene 81 años y el sábado por la mañana se levantó muy agotado por una tos persistente. Su hija le llevó a urgencias del hospital de Getafe y, pasadas unas horas, una enfermera informó a sus familiares de que sufría una neumonía y, aunque tenía que quedarse ingresado, no podrían darle cama hospitalaria, por lo que pasó dos días en un box de urgencias junto a otros pacientes.
Esto no es un hecho aislado: todos los veranos las urgencias de hospitales se saturan por diversos motivos. Este año se ha acentuado el problema porque “estamos ante la séptima ola de la Covid y, como consecuencia, hay un 10% de sanitarios enfermos y hay más ingresos de lo habitual”, según confirman fuentes del ámbito de la gerencia hospitalaria a Medicina Responsable. Aun así, es importante recalcar que “no es una situación alarmante y hay camas para todos”.
Uno de los hospitales que está sufriendo esta situación de saturación es el 12 de Octubre, de Madrid, donde en estos días están atendiendo 700 urgencias diarias, frente a las 500 de media habituales en este periodo, según informan desde prensa del centro.
Pero ¿por qué no hay camas?
No hay camas por la ausencia de drenaje de las camas hospitalarias. Es
decir, se cierran camas a causa de que no hay personal suficiente para
cubrirlas. “Las plantillas de sanitarios están, en circunstancias normales,
muy dimensionadas, pero en el momento que se produce una situación especial,
como una ola de calor, una gripe o la Covid, el sistema se tensiona y se
sobrecargan las urgencias”, afirma Ángela Hernández, secretaria General de
AMYTS (Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid) y doctora en cirugía
general.
Y, además, la Covid
La falta de camas es un escenario que se repite todos los veranos, pero
este año además es especial porque, a este factor, se le han unido otros que
están provocando el rápido e inevitable colapso de las urgencias hospitalarias.
Uno de ellos, claro, es la Covid. “Estamos viviendo una séptima ola, de la que
no se habla, pero existe. Afortunadamente, la subida de pacientes agudos, de
momento, no está repercutiendo en la subida de ingresos en UCI, pero en una
semana se han triplicado los ingresos por Covid. 370 hospitalizados por Covid,
en una semana, es una cifra alarmante”, afirma la doctora Hernández.
La Covid ya ocupa un 11% de camas hospitalarias y un 10% de camas de UCI prepandemia, es decir, camas de UCI que no se han creado expresamente para la pandemia.
Sanitarios contagiados y déficit de la AP
A todo esto hay que sumar que los sanitarios se siguen contagiando y, por
tanto, dándose de baja. “Como ya no hay medidas de restricción de ningún tipo,
los médicos se contagian como todo el mundo en sus reuniones sociales, en su
vida normal”. Los facultativos de momento tienen que estar de baja al menos cinco
días antes de volver a incorporarse a su trabajo, por el riesgo de contagiar a
sus enfermos.
Otro factor determinante es la precariedad de la Atención Primaria, su situación es deficitaria por la falta de médicos, la precariedad laboral, las condiciones económicas y los turnos a los que se ven sometidos.
El cierre de los puestos de urgencias
Por último, el factor añadido en Madrid es el del cierre de 37 puestos de urgencias (SUAP) en 2019 y el hecho de que los 17 puntos de atención continuada (PAC) anunciados por la CAM no vayan a estar operativos hasta octubre. “Los puestos de urgencias cerrados atendían antes de pandemia a 700 mil pacientes y, ahora que la población vuelve a intentar usar este servicio, para no tener que ir al hospital, se encuentran con que los centros están cerrados”, dice la doctora Hernández.
Todo esto está repercutiendo en la sanidad privada, que está acogiendo la sobrecarga de la pública pero no puede absorber su funcionamiento deficiente. “La gente huye del colapso de la pública, pero al irse a la privada se encuentran con horas y horas de espera igualmente”.
La solución corre por una mejora integral del Sistema Sanitario de Salud. “Siempre se ha dicho que teníamos un sistema de salud muy bueno, pero nunca se ha gestionado bien y no ha podido sostenerse”, afirma la doctora Hernández. De hecho, el sistema sanitario de nuestro país lleva años en crisis. “El sistema sanitario de España se ha sostenido hasta ahora y se sigue sosteniendo por el sacrificio de los profesionales”.