Por Andrea Rivero
26 de septiembre de 2023Molnupiravir, de las farmacéuticas MSD y Ridgeback Biotherapeutics, y comercializado bajo la marca Lagevrio, fue uno de los primeros antivirales disponibles en el mercado durante la pandemia de la Covid-19 y fue ampliamente adoptado por muchos países, como Reino Unido, Estados Unidos y Japón, donde se autorizó desde finales de 2021. Sin embargo, ahora, un grupo de investigadores internacional, pertenecientes al Instituto Francis Crick de Londres, la Universidad de Cambridge, el Imperial College de Londres, la Universidad de Liverpool, la Universidad de Ciudad del Cabo y la Agencia de Seguridad Sanitaria de Reino Unido (UKHSA), ha revelado que este fármaco puede estar provocando que el SARS-CoV-2 mute y evolucione, y alguna de estas mutaciones se pueden transmitir a las personas. Lo que no han podido demostrar todavía es si estos virus mutados suponen un mayor riesgo para las personas o si son capaces de evadir a las vacunas.
“Molnupiravir es un medicamento que se utiliza para combatir la Covid-19. Pertenece a una clase de fármacos que pueden hacer que el virus mute tanto que lo termina debilitando. Pero lo que hemos encontrado es que, en algunos pacientes, este proceso no mata todos los virus y algunos de estos pueden propagarse. Es importante tener esto en cuenta al evaluar los beneficios y riesgos generales del molnupiravir y medicamentos similares”, explica el doctor Christopher Ruis, del Departamento de Medicina de la Universidad de Cambridge.
En el organismo, molnupiravir se convierte en una molécula que altera el genoma del virus SARS-CoV-2, introduciendo algunas mutaciones de nucleótidos en su ARN y cambiando aleatoriamente algunas células C en T y algunas G en As. Estos cambios significan que, a medida que el virus se replica, su progenie se debilita, lo que reduce la rapidez con la que el virus puede replicarse y finalmente lo elimina del cuerpo.
Mutaciones del virus
En esta investigación, publicada en la revista científica Nature, los científicos utilizaron bases de datos de secuenciación globales para mapear mutaciones en el virus SARS-CoV-2 a lo largo del tiempo. Posteriormente, analizaron un árbol genealógico de 15 millones de secuencias del SARS-CoV-2 para poder ver en cada punto de la historia evolutiva de cada virus qué mutaciones se habían producido.
Aunque los virus mutan todo el tiempo, los investigadores identificaron eventos mutacionales que parecían muy diferentes a los patrones típicos de mutación de la Covid-19 y que estaban fuertemente asociados con individuos que habían tomado molnupiravir. Este cambio en las mutaciones fue más notorio en 2022, coincidiendo con la introducción de este antiviral. Para confirmar el vínculo, los investigadores examinaron los registros de tratamiento en Inglaterra y descubrieron que al menos uno de cada tres virus que mostraban este patrón mutacional implicaba el uso de molnupiravir.
De acuerdo con Theo Sanderson, autor principal e investigador postdoctoral en el Instituto Francis Crick, “nuestros hallazgos son útiles para la evaluación continua de los riesgos y beneficios del tratamiento con molnupiravir. Es necesario tener en cuenta la posibilidad de mutaciones persistentes inducidas por los antivirales a la hora de desarrollar nuevos fármacos que funcionen de forma similar”.
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