El colapso en AP va más allá del envejecimiento o el incremento poblacional, según un informe

Proyecto Venturi, iniciativa que analiza el sistema sanitario tras la Covid, ha presentado el informe “Factores determinantes de la actividad en Atención Primaria (medicina de familia)”, un documento que revela que el aumento en la presión asistencial en esta especialidad no está relacionado con el envejecimiento de la población o el aumento de ésta, tal y como se creía hasta ahora, sino que hay que tener en cuenta diferentes factores estructurales, clínicos y sociales.

El estudio, que recoge datos comprendidos entre 2016 y 2023, explica que la planificación de los modelos asistenciales basándose únicamente en el número de habitantes o el envejecimiento poblacional es la causa de que se cometan errores estratégicos fácilmente evitables mediante una profunda transformación de este modelo, haciéndolo más eficiente, resolutivo y adaptado a la realidad actual que no tema a la cooperación público-privada.

¿A qué se debe el colapso?

El informe determina que esta problemática se debe a cuatro factores: estructurales esenciales, sociodemográficos, las dinámicas específicas de la actividad urgente y el impacto de la organización de recursos.

Del mismo modo, el estudio explica que la disponibilidad de médicos de familia supone un impacto moderado que no resulta crucial desde el punto de vista organizativo, pero sí facilita la absorción de la demanda.

En lo relativo a los factores estructurales esenciales, el informe expone que los casos clínicos, el número de tarjetas sanitarias y el nivel de estudios superiores se sitúan como uno de los factores más estrechamente ligados al aumento del volumen en la actividad sanitaria y la presión asistencial, incluyendo la actividad ordinaria y urgente. El estudio explica que la base de la demanda, en lo relacionado con la estructura del sistema, es el número alto y estable de casos clínicos a tratar en AP; además, en los últimos años se ha observado un aumento en el número de tarjetas sanitarias expedidas por lo que este factor se sitúa como uno de los más relevantes en lo relativo al aumento de la carga asistencial. Finalmente, el aumento de población con estudios superiores, es decir, una población más formada e informada, es esencial para explicar el importante aumento en los servicios urgentes ya que, “poblaciones más formadas tienden a generar una mayor utilización de los servicios sanitarios, también en urgencias”.

Por su parte, la pérdida de la ruralidad, el aseguramiento privado y el envejecimiento poblacional son variables a tener en cuenta al analizar la variabilidad de la demanda. Uno de los aspectos más relevantes para conocer el origen del aumento de la presión asistencial es la urbanización de la población, este factor explica especialmente el aumento asistencial en las urgencias según el informe. Por su parte, el incremento de personas que cuentan con un seguro privado es clave para la disminución de la demanda pública, posicionándose como un modulador de crecimiento. Además, aunque no sea el factor más influyente, tal y como se creía hasta ahora, el envejecimiento de la población sigue siendo necesario para comprender este aumento de la demanda, especialmente en la actividad ordinaria.

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