Tratamiento y abordaje de las migrañas en Atención Primaria

La migraña es un trastorno neurológico que ocupa el sexto puesto entre las enfermedades discapacitantes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se estima que más de 3,5 millones de personas padecen de migraña en España, de los cuales, casi un millón la sufren de forma crónica, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Por ello, al tratarse de una enfermedad prevalente, el papel del médico de Atención Primaria (AP) es fundamental, ya que es quien recibe al paciente en un primer momento y, por tanto, es quien tiene que valorar su estado y actuar de acuerdo a ese primer diagnóstico.

Para poder tratar la enfermedad es necesario que tanto los profesionales como los pacientes conozcan los síntomas. Aproximadamente un 90% de la migraña se pueden tratar en Atención Primaria y solo un 10% deben ser derivados a un especialista. “En AP no nos es muy difícil distinguir quién tiene o no migrañas, ya que el paciente describe muy bien sus síntomas y nos es fácil identificarlo. El problema lo encontramos cuando es la primera vez que sufren el dolor y no es capaz de reconocer y explicarnos los síntomas con exactitud. Pero, a pesar de ello, existen ciertos síntomas, como el cosquilleo en los dedos, que nos da pie a identificarlo y poder tratarlo”, explica el doctor Marcos Sánchez Hernández, médico de Atención Primaria en Alicante.

Para abordar las migrañas desde AP se debe, en primer lugar, explicar al paciente lo que le está ocurriendo. “Este debe quedarse tranquilo y conocer exactamente qué es lo que tiene, que es una migraña y no algo más grave. En muchas ocasiones los pacientes creen que tienen ‘algo mal en la cabeza’ y debemos calmarlos”, apunta el doctor Sánchez. También se debe intentar evitar factores desencadenantes como el estrés o cambios en los horarios del sueño. 

Por otro lado, el tratamiento de las migrañas desde AP sigue dos caminos. El primero surge si el paciente tiene menos de tres crisis al mes y su tratamiento se encuentra en los antiinflamatorios. En caso de que el paciente sufra más de tres crisis al mes, sobre todo si estas repercuten en su día a día, el tratamiento pasaría a ser una combinación de antiinflamatorios junto con un tratamiento preventivo mediante el uso de un fármaco diario cuyo objetivo es disminuir la frecuencia, la duración y la intensidad de las crisis. “Cuando viene un paciente con migraña lo tratamos con las armas principales que tenemos, que son los antiinflamatorios. Con esto intentamos ver si es suficiente para tener controlado al paciente y evitar así tener que derivarlo a un especialista”.

Desde la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, Semergen, hacen hincapié en que se debe tomar la medicación de forma correcta. “Muchos pacientes dicen que no se toman ciertos medicamentos que les recomendamos porque creían que era para cuando estuviera realmente mal. Eso no debe ser así, debe tomarse cuanto antes. Si se espera a estar peor y a que el dolor sea muy intenso, estos fármacos no funcionarán”. Por otro lado, recomiendan evitar que el paciente vaya a urgencias, ya que “es el sitio donde menos debe estar una persona con migraña. Se trata de un sitio con muchas personas y en consecuencia con mucho jaleo, donde la espera puede llegar a alargarse horas, con una luz que está constantemente afectando. Es el peor sitio al que se puede ir. Desde los centros de salud se puede aliviar el dolor sin necesidad de que vayan a urgencias”, concluye el doctor Samuel Díaz Insa, de la Unidad de Cefaleas del Hospital la Fe de Valencia.

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