El médico de AP, protagonista del Congreso Andaluz de Médicos de Atención Primaria

El XVIII Congreso de Médicos de Atención Primaria SEMERGEN, celebrado estos días en Málaga, reúne a profesionales de distintas áreas sanitarias, con el objetivo de dar una mayor formación a los médicos de familia y mejorar la calidad de la prestación asistencial.

El congreso autonómico cuenta con una elevada tasa de participación, con integrantes de un perfil heterogéneo, que ejercen su actividad tanto en la sanidad pública como en la privada. De acuerdo con Leovigildo Ginel, presidente del Comité Organizador del congreso, “aproximadamente el 30% son residentes de medicina de familia, y participan también médicos formados que están ejerciendo en sus respectivos destinos, normalmente centros de salud, aunque hay también médicos de urgencias y médicos de la actividad privada”.

El encuentro se centra en los temas que frecuentemente se repiten en las consultas de Atención Primaria, abordándose desde un punto de vista tanto teórico como práctico. Los ejes fundamentales son las grandes patologías respiratorias, la salud mental, con especial relevancia de los trastornos ansioso-depresivos, la anticoncepción, el dolor agudo, la enfermedad renal y los problemas relativos al aparato digestivo.

El congreso pone de manifiesto, además, la importancia del papel del médico de familia en la prevención y diagnóstico de las enfermedades y su figura como líder en la coordinación de los cuidados de los pacientes. “El médico de Atención Primaria actualmente tiene que liderar y coordinar los cuidados de los pacientes, por su visión holística y general de cada uno. Es imprescindible que el profesional tenga un conocimiento integral, para poder enfrentarse a su consulta en el día a día”, apunta Ginel.

El Sistema Nacional de Salud, y especialmente la Atención Primaria, se encuentran muy sobrecargados tras la pandemia. La precariedad general se agravó tras la crisis de la Covid-19, por lo que uno de los objetivos del congreso es capacitar a los médicos de familia para que puedan mejorar la calidad asistencial y hacer frente a las altas exigencias diarias.

Para Ginel, la solución para dotar a los pacientes de una mejor atención en el día a día está clara, e implica “disminuir la presión asistencial, para que cada paciente pueda recibir una atención personalizada y de calidad”. Por ello, apela a los políticos, a los que pide una mayor dotación presupuestaria que ponga solución a la precariedad que aqueja a la Atención Primaria: “El diagnóstico está hecho. Lo ha realizado la administración, los sindicatos y los profesionales. Hay una sobrecarga asistencial que impide poder dedicar a nuestros pacientes el tiempo necesario. Una solución es dotar de un presupuesto mayor a la atención primaria, un presupuesto de al menos un 25% de todo el gasto que se genera. El objetivo último que se persigue es dotar de una mejor atención a los pacientes y para ello se necesita voluntad política, ganas y presupuesto”.

 

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