Por Juan García
14 de julio de 2025La medicina de familia viene siendo la especialidad donde más dificultades encuentran los servicios de salud autonómicos para cubrir plazas de residentes y fidelizarlos una vez que han terminado. En la Comunidad de Madrid, tras haber finalizado el periodo de residencia de la promoción que acaba este año, se han quedado 85 residentes en los centros de salud. Para el sindicato Amyts son “buenas cifras” por el aumento en la cobertura de plazas de fidelización que se viene experimentando en los últimos años, aunque señalan que “aún queda mucho por hacer en Atención Primaria”.
Esta es una tendencia que también constata el presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) en Madrid, el doctor David Palacios. Para este doctor, son cifras “agridulces”, ya que “nos gustaría que se quedaran más”. Palacios apunta que desde hace unos tres años el número de residentes que se quedan en los centros de salud viene en aumento en la comunidad. Unas cifras positivas, pero que aún no alcanzan lo deseable para garantizar el relevo generacional en la medicina de familia.
Según las cifras aportadas por Amyts, fueron 149 los MIR de medicina de familia de último año que se interesaron por alguna de las plazas que ha puesto sobre la mesa la Consejería de Sanidad. Entre los 85 que se han quedado, desde el sindicato destacan la permanencia en 15 plazas de las denominadas de difícil cobertura. La nota amarga la pone Pediatría, donde la comunidad solo ha retenido a dos de los recién formados como especialistas, de seis que se habían interesado por las plazas ofertadas.
Tras la adjudicación de las plazas para la promoción de MIR que se incorporan este año, con la gran noticia de haber cubierto todas las vacantes tras años con puestos de formación desiertos, desde Semergen expresaron cautela ante las posibles renuncias que pudieran producirse. Tras haber tomado posesión de sus plazas los nuevos residentes, esos recelos parecen haberse disipado de momento, al menos en la Comunidad de Madrid. “Cifras no tenemos, pero la sensación hablando con otros compañeros es que ha habido pocas renuncias”, señala el doctor Palacios.
Palacios reconoce que hay acciones que “están funcionando” en materia de retención de talento en AP, aunque apunta que queda camino por recorrer. Una de las claves para avanzar apunta que ha sido el hecho de ofrecer contratos de larga duración, pero siguen pendientes otras cuestiones como la “reducción de la carga burocrática”.
La incorporación de tecnologías y equipamiento diagnóstico y de tratamiento, como ecografía, dermatoscopia, cirugía menor o infiltraciones han permitido aumentar la capacidad resolutiva de los médicos de AP para hacer más atractiva la especialidad. Además, recalca otra de las reivindicaciones históricas del sector, como es aumentar la presencia de la medicina de familia en universidades.
Con este abanico de recetas, el doctor espera que continúe mejorando la tendencia en cuanto a la fidelización de residentes de medicina de familia, uno de los grandes retos del sistema sanitario para hacer frente a la creciente demanda asistencial en un contexto de aumento de la cronicidad.