La marea blanca vuelve a las calles de Madrid

“Por una sanidad pública de calidad”. Este es el mensaje que se podía leer en la mayoría de las pancartas que portaban ayer médicos, enfermeras, celadores, profesionales del SUMMA 112 y urgenciólogos. Miles de personas con sus batas blancas inundaron algunas calles de la capital para protestar por el nuevo modelo de urgencias extrahospitalarias que propone la Consejería de la Comunidad de Madrid.

Según Susana Ruiz, delegada sindical de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts), “con este plan, lo que ha hecho el gobierno de la comunidad es desmantelar los SAR (servicios de Atención rural) que funcionaban bien para cubrir los 78 puntos de urgencias que pretende abrir. El personal es insuficiente, de hecho, algunos centros se quedarán sin personal y otros abrirán con la mitad. Habrá sitios donde haya un médico para 300 pacientes”.

Por su lado, Marina Parras, urgencióloga del Hospital Infanta Sofía, ha hablado para Medicina Responsable y ha recordado que su hospital lleva arrastrando esta situación de precariedad de personal desde hace años. “En el último año 16 facultativos han renunciado a su puesto. “La situación es insostenible. Se han llegado a cubrir 192 puestos de guardia al mes con solo 23 personas. Hoy había 60 camillas con pacientes agudos a cargo de dos médicos, esa es la situación”.

 

La manifestación, que reunió a personal de todos los ámbitos sanitarios de Madrid y a los cinco sindicatos convocantes, ha sido el primer paso de un proceso de lucha que los sanitarios llevan advirtiendo desde que la Consejería anunció su plan en las tres mesas sectoriales en las que se ha intentado llegar a un acuerdo.

Para Ángela Hernández, secretaria general de AMYTS, “no se puede hacer sanidad sin contar con los pacientes y los profesionales.  Tiene que haber alguien con liderazgo en la Consejería de Sanidad, está claro que un perfil político como el de Enrique Ruiz Escudero, no funciona”.

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