Por Andrea Martín
14 de septiembre de 2022El equipo del servicio de Cirugía Plástica y Reparadora del Hospital Universitario de Bellvitge (HUB) ha practicado, por primera vez en Cataluña, una reconstrucción de pezón con una prótesis hecha a medida en una paciente a la que se le había realizado una mastectomía por cáncer de mama.
Hasta ahora, la técnica clásica de reconstrucción de pezón se llevaba a cabo con tejido propio de la paciente con una posterior micropigmentación. Sin embargo, a consecuencia de la presión del sujetador, el pezón se acaba aplastando y resulta sin proyección.
Esta nueva técnica es mínimamente invasiva. Se realiza en una intervención ambulatoria, con anestesia local y en aproximadamente 15 minutos, y consiste en implantar una prótesis de polietileno no poroso que se personaliza para cada paciente. Este dispositivo permanente se coloca por debajo de la piel a modo de botón de pezón. Entre tres y seis meses después, se realiza la micropigmentación para darle color, consiguiendo que quede natural.
“A partir de los seis meses, desde la reconstrucción de mama, cuando ésta ya tiene su forma definitiva, ya se puede practicar la intervención. Mejora el aspecto final de mama y consigue un volumen de pezón duradero en el tiempo”, ha explicado la doctora Anna López Ojeda, jefa del Servicio de Cirugía Plástica y Reparadora del HUB.
La importancia emocional
Mas allá del tratamiento y el control de la enfermedad, el bienestar emocional de las pacientes es clave en el proceso de restaurar el seno. Este nuevo dispositivo busca mejorar la autoestima, la imagen corporal y la satisfacción en el ámbito psicosocial y sexual, además de su satisfacción con las mamas y el tórax. “La reconstrucción no se limita a una mejora estética, sino que la ausencia del pezón les recuerda a la enfermedad. Contar con este implante permite cerrar el ciclo del proceso de cáncer de mama y continuar con su vida”, según ha explicado la doctora López Ojeda.