Así puede afectar a nuestra salud que las elecciones generales se celebren en verano

Desde la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) se vaticina que las elecciones generales del 23 de julio se celebrarán muy posiblemente con temperaturas “muy elevadas a tenor de lo ocurrido otros años”. Como explica Rubén del Campo, portavoz de AEMET, “el día de los comicios se encuadra dentro del período de canícula, que comprende entre el 15 de julio y el 15 de agosto. En 2022, ese día estábamos en una importante ola de calor dónde se alcanzaron los 44ºC en Córdoba y cerca de los 40ºC en Madrid.  La máxima temperatura del 23 de julio del año 2021 llegó hasta los 42ºC en Granada  y a los 40ºC en varios puntos del valle del Ebro. En 2020 también se superaron los 40ºC en puntos de Andalucía y los 38ºC en varias localidades de la Comunidad de Madrid y del sur de Galicia. Así que sí, el calor está garantizado”. 
Como pronostica el portavoz de la AEMET, en esas fechas las precipitaciones en general suelen ser muy escasas, e incluso "inexistentes"; sin embargo, algunos veranos se registraron en el interior de la Península tormentas en la segunda quincena de julio que, en ocasiones, descargaron de manera local mucha precipitación o incluso granizo”.  

Los sanitarios recomiendan tomar medidas 

El extremo calor supondrá, como aseguran desde el Consejo superior de Enfermería de España (CGE), “un evidente riesgo para la salud en forma de golpe de calor o deshidratación para las personas que acudan a votar ese día, y para los miles de ciudadanos que serán designados miembros de las mesas electorales y deban pasar más de doce horas en colegios desprovistos de aire acondicionado”. El riesgo, también se extiende a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a los interventores de los distintos partidos políticos, añaden desde este colegio.  
Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería de España (CGE) exige que se adopten precauciones ese día: “Es preciso que se tomen medidas, que pueden ir desde una modificación del horario tradicional de votación, a la instalación de ventiladores y aparatos de aire acondicionado portátiles en todos los centros de votación. Asimismo, habría que reforzar los servicios sanitarios en los propios colegios y repartir agua fresca de forma gratuita. Resulta especialmente preocupante la situación de las personas mayores y los enfermos crónicos”.  
“No queremos tener que lamentar fallecimientos ni percances graves de salud entre la población vulnerable en un día tan importante para la vida en democracia como son unas elecciones generales”, señala Pérez Raya. 

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