Por Aurora Molina
22 de mayo de 2024Después de que se hiciera público el escándalo de las transfusiones de sangre contaminada, que ha dejado más de 3.000 muertos y 30.000 infectados de VIH y hepatitis entre 1970 y 1991, el Gobierno de Reino Unido ha anunciado una compensación económica de más de 245.000 euros (210.000 libras) por individuo con vida.
El anuncio ha sido realizado por el ministro del Gabinete británico, John Glen, ante el Parlamento. Según recoge Europa Press, las indemnizaciones se harán a partir del próximo verano, durante un plazo de 90 días, y están destinadas a las personas que viven actualmente con los efectos de las transfusiones.
El ministro ha informado de que Downing Street va a establecer la Autoridad de Compensación de Sangre Infectada, una entidad con carácter administrativo que se encargará de gestionar los planes de compensaciones a todos los afectados, tal y como ha informado el medio británico Sky News.
Al tratarse de un suceso de tal magnitud, las autoridades británicas han informado de que los seres queridos más allegados de los afectados también van a poder solicitar una indemnización, pero únicamente si estas personas han actuado como cuidadores de los afectados.
Las autoridades británicas encubrieron deliberadamente entre 1970 y 1991 un escándalo relacionado con las transfusiones de sangre que provocó que más de 30.000 personas contrajeran VIH y hepatitis, de las cuales unas 3.000 han muerto ya, según una investigación que se ha prolongado durante cinco años y cuyas primeras conclusiones han visto la luz este lunes.
El grupo de trabajo de la conocida como "Investigación de Sangre Infectada" sostiene que las autoridades británicas, entre ellas personal médico y el Gobierno, eran conscientes de que esta situación se venía dando desde los orígenes del Servicio Nacional de Salud (NHS) en 1948.
Entre los riesgos a los que fueron expuestas estas miles de personas, destaca la repetida importación de productos sanguíneos del extranjero, incluida sangre de donantes estadounidenses y británicos de alto riesgo, como presos y drogadictos a los que se pagaba por transfusión.