Récord de brotes epidémicos de origen alimentario en Madrid

Cada vez son más frecuentes las enfermedades de transmisión alimentaria. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que cada año una de cada 10 personas enferma por consumir alimentos en mal estado. Y aunque no todos los síntomas implican gravedad, hay casos que pueden llegar a la muerte, por lo que es importante modificar y conservar los alimentos adecuadamente.

En el caso de la Comunidad de Madrid se registraron 364 brotes epidémicos en 2023, de los cuales el 23,35% corresponde a brotes de origen alimentario (BOA). Así lo confirma el último Boletín Epidemiológico de la región. Concretamente, los datos señalan un aumento del 60,8% de los casos (2.118 en 2023 vs. 1.317 en 2022), la cifra más alta de los últimos 10 años. Esta situación invita a hacer una reflexión sobre el estado de los alimentos de cara al consumo humano, ya que la tendencia se mantiene al alza.

En total se detectaron 85 brotes de origen alimentario (1,24 brotes por 100.000 habitantes), 50 ingresos hospitalarios y dos fallecimientos. El mayor número de brotes se ha registrado en establecimientos de restauración (bares, restaurantes, hoteles, etc.), con un 49,9%; domicilios particulares (20%) y centros educativos (16,5%). Sin embargo, el mayor número de casos recae en los centros educativos con un 49% de los episodios detectados (1.038).

La Salmonella es la enfermedad que ha generado más brotes (53,1%) y hospitalizaciones (48 de 50). Perteneciente a la familia Enterobacteriaceae, esta patología bacteriana suele ocasionar aparición brusca de fiebre, dolor abdominal, diarrea, náuseas, vómitos, cefalea, mialgias y otros síntomas que aparecen frecuentemente entre las 6 y 72 horas después de ingerir los alimentos. Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), la Salmonella es la principal causa de brotes alimentarios en la Unión Europea.

Otro de los microorganismos que ha provocado gran parte de los casos detectados ha sido Clostridium perfringes, caracterizado por formar esporas que se encuentran en el intestino de los seres humanos y animales domésticos. Su consumo puede ocasionar diarrea y dolor abdominal.

Notificación de casos 

Los brotes originados en el ámbito familiar fueron notificados, en su mayoría, desde atención hospitalaria (64,3%). Sin embargo, las notificaciones de brotes en colectivos o establecimientos se recibieron mayoritariamente desde particulares afectados (directamente, en un 21,1%, o mediante denuncias en ayuntamientos, en un 22,5%) y desde los propios grupos implicados (29,6%).

Con el fin de mejorar esta situación, los expertos que trabajan en el Boletín Epidemiológico de la región insisten en que “hay que seguir reforzando la notificación precoz a Salud Pública por parte de profesionales sanitarios y responsables de instituciones o establecimientos”. De esta manera se facilita “la investigación y la intervención sobre las situaciones de riesgo para la salud pública”.

Frecuencia y estacionalidad

A raíz de los datos recogidos en el Boletín durante todo 2022 y 2023 queda comprobado que no hay una estacionalidad clara en la distribución de brotes alimentarios a lo largo del año. En todas las estaciones hay picos bajos y altos de detección. Por ejemplo, en enero de 2023 se detectaron 11 brotes, en mayo 12 y en julio 13. Esto demuestra que el aumento o la disminución de los mismos no está relacionado con factores climatológicos.

Aun así, desde la OMS recuerdan que el crecimiento de las ciudades, el cambio climático, la migración y la intensificación de los viajes internacionales agravan estos problemas y exponen a las personas a nuevos peligros.

---