Por Julia Porras
1 de junio de 20224 horas y 12 minutos de tenis y Rafa Nadal levantó de nuevo la raqueta en señal de triunfo. El milagro se ha vuelto a obrar. Ni un gesto de dolor, ni una leve cojera, a pesar de su grave y degenerativa lesión, la osteocondritis, que es una patología articular en la que el hueso que se encuentra debajo del cartílago de una articulación muere debido a la falta de flujo sanguíneo.
La fortaleza mental de Nadal supera lo imaginable, venció a Novak Djokovic física y mentalmente, en un partido que dejó la tierra roja llena de huellas de honor y gloria.
Nadal a la semifinal
Su pie izquierdo parece no resentirse en el torneo de París, en el que Nadal está demostrando que se puede luchar no solo contra un contrincante, sino contra una lesión que le come el hueso, pero no la moral. No hay dolor que pueda con el manacorí que cuando coge la raqueta es como Harry Potter con la varita. Hace magia.
59 veces se han enfrentado el número 1 del mundo y Nadal, que ya le pisa los talones en el ranking mundial. 110 victorias lleva Nadal y la de anoche le lleva a la semifinal de un torneo, que si gana, y todo es posible con Rafa, se convertirá en su victoria número 14 en Roland Garros, como la de un equipo vestido de blanco al que mismo Rafa Nadal fue a animar esta semana desde las gradas.
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