Por Clara Arrabal
7 de julio de 2025Ozempic está en el punto de mira: desde que la semana pasada Reino Unido alertara de un aumento significativo de casos de pancreatitis aguda asociado al uso de este fármaco, han saltado todas las alarmas. ¿Es realmente este medicamento seguro? ¿Por qué se ha experimentado un incremento tan significativo de sus efectos adversos?
Lo cierto es que, aunque Ozempic y el resto de los fármacos GLP-1 estén destinados al tratamiento de la diabetes tipo 2 y a la obesidad, se han convertido en los productos de moda para adelgazar de manera rápida. De esta forma, ha aumentado su venta fraudulenta, el desabastecimiento en las farmacias y también, de manera inevitable, sus efectos adversos. Pero los expertos recuerdan: “Estas son las consecuencias de ‘ozempiczar’ a la población. Si hacemos un uso responsable de estos medicamentos, sus beneficios son mucho mayores que sus riesgos”, explica Cristóbal Morales Portillo, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO).
Según el prospecto de Ozempic, este fármaco “podría causar efectos secundarios graves como tumores en la tiroides o incluso cáncer”. Y a estos se añaden náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, estreñimiento, dispepsia, gastritis, pancreatitis, cambios en la vista, hipoglucemia y problemas renales y de la vesícula biliar, entre otros que también están indicados en el propio producto.
En España, no se han detectado casos de reacciones adversas por encima de la frecuencia habitual y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) no ha expedido ninguna alerta. Además, en el ámbito de los ensayos clínicos, las pruebas son irrefutables: “Llevo 20 años utilizando y estudiando fármacos GLP-1 y las relaciones de causalidad nos indican que, en el caso de la pancreatitis aguda, la incidencia a largo plazo es de 0,2 casos por cada 1.000 habitantes. Son estudios probados y, además, queda claro en el prospecto”, explica Cristóbal Morales.
A pesar de ello, el experto afirma que, para controlar las reacciones adversas de Ozempic, es necesario “intervenir en los hábitos de vida de los pacientes, y no solo prescribirlos con este fármaco”. En este sentido, explica: “Ozempic no puede autosuministrarse ni recetarse por telemedicina, y hay que ser consciente del historial de cada persona porque alguien con inflamación de páncreas no puede utilizarlo. Además, y esta es la clave, debe realizarse un seguimiento médico especializado de su tratamiento”.
Además de todas las contraindicaciones que aparecen en su prospecto, una de las consecuencias indirectas más graves que señala Cristóbal Morales es la pérdida de confianza de aquellas personas que utilizan Ozempic para tratar sus enfermedades crónicas y no para adelgazar. “Este medicamento no ha nacido como una solución estética, estamos luchando contra patologías como la obesidad y la diabetes tipo 2. La alarma social que se puede crear ante dichos medicamentos también es perjudicial para estas personas”, explica.
En este sentido, apunta que muchos de sus pacientes “llaman preocupados” por el aumento de casos de pancreatitis. “Me da miedo que ya no quieran seguir con el tratamiento por todos los efectos secundarios presentados al no utilizar bien este fármaco, porque bien usado es seguro. Es como el fuego, que fue un descubrimiento fundamental pero mal utilizado provoca incendios”, apunta.
Cristóbal Morales: “Lo normal es que cualquier paciente que escuche la noticia, se alarme porque no sabe contextualizar sus peligros, pero lo cierto es que es más peligroso no tomártelo que tomártelo”
Además, afirma que los profesionales que prescriben Ozempic están capacitados para manejar sus reacciones adversas.
Por todo ello, Morales hace un llamamiento al uso responsable y según la normativa vigente de cada país. “Lo primero que hay que hacer es, con mucha seriedad, atajar el uso fuera de indicación y el problema de su prescripción por manos no expertas”, señala, porque “es enormemente preocupante el bombardeo continuo en Internet con compañías de uso telemático de productos falsos”.
Además, aconseja dirigirse a un profesional cualificado y de confianza que realice un control médico exhaustivo antes y durante el tratamiento a través de revisiones frecuentes en los que se analice la nutrición, el ejercicio o los hábitos de vida. Y finaliza recordando que, “como todos los medicamentos, Ozempic tiene un perfil de beneficio y uno de riesgo, pero el primero supera con creces el segundo. Los profesionales nos sentimos seguros y este fármaco, bien utilizado, no tendría que despertar ninguna alarma”.