Por Gema Puerto
7 de abril de 2023Desgraciadamente, nadie tiene la respuesta para saber qué pandemias se producirán en un futuro, pero, como asegura el director médico de Medicina Responsable, el doctor Pedro Gargantilla, “es muy probable que la próxima se inicie en una granja de animales”. La explicación tiene su lógica y todo se debe a la zoonosis, o lo que es lo mismo, “los virus que son capaces de saltar de una especie a otra con cierta facilidad cuando en el entorno se dan las condiciones adecuadas. Cuando esto sucede, hablamos de una enfermedad o infección transmisible de manera natural entre los animales y las personas, directa o indirectamente”, explica el doctor Gargantilla.
Los historiadores defienden que las primeras zoonosis de la historia tuvieron lugar hace unos 10.000 años, en la revolución neolítica. “Fue uno de los peajes que nuestros antepasados tuvieron que pagar por pasar de ser nómadas-recolectores a hacerse sedentarios", señala el doctor Gargantilla.
En lo que llevamos de siglo XXI nos hemos enfrentado ya al SARS, al MERS, al ébola, al Zika y a la COVID. Diferentes pandemias que han demostrado dos cosas: “nuestra vulnerabilidad como especie y que el dogmatismo, ese macizo de verdades incuestionables, no existe”, añade el doctor y divulgador científico.
En noviembre de 2022 la Organización Mundial de la Salud (OMS) reunió a más de 300 científicos de todo el mundo para examinar la evidencia disponible sobre más de 25 familias de virus y bacterias, así como sobre la denominada “enfermedad X”, que figura en la lista para referirse a un patógeno desconocido con capacidad para desencadenar una grave epidemia internacional. El propósito era poner al día la lista de patógenos en el mundo que podrían causar las distintas futuras pandemias.
Gracias al informe que salió de esa reunión, el Proyecto de la OMS de I+D sobre las Epidemias, se elaborarán hojas de ruta de I+D para los patógenos definidos como prioritarios, a fin de señalar las lagunas de conocimiento y las prioridades para la investigación. De ese modo, los científicos y fabricantes conocerán cuáles son las características de las vacunas, las pruebas diagnósticas y los fármacos que se deben obtener. Asimismo, se intentará catalogar, resumir y facilitar la realización de los ensayos clínicos necesarios para desarrollar esos productos.
La primera lista se publicó por primera vez en 2017 y la siguiente en 2018. Esta lista, que se espera sea modificada en los próximos días, incluye como pandemias la COVID-19, la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, el ébola y la enfermedad por el virus de Marburgo, la fiebre de Lassa, el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS), la enfermedad por el virus de Nipah, las infecciones por henipavirus, la fiebre del Valle del Rift, el zika y la citada enfermedad X.
El doctor Michael Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, ha señalado que, “para responder de forma rápida y eficaz a las epidemias y pandemias, es fundamental centrarse en los patógenos y familias de virus prioritarios sobre los que investigar y obtener contramedidas. Sin las importantes inversiones en I+D realizadas antes de la pandemia de COVID-19, no hubiéramos podido fabricar vacunas seguras y eficaces en un tiempo récord”.
Por su parte, la doctora Soumya Swaminathan, directora científica de la OMS, apunta que “esta lista de patógenos prioritarios se ha convertido en un punto de referencia para que los investigadores sepan dónde concentrar sus energías para hacer frente a la próxima amenaza. Se confecciona en consulta con especialistas y fija los patógenos en los que los investigadores de todo el mundo han de invertir dinero y energía a fin de obtener pruebas, tratamientos y vacunas
Se espera que la nueva lista revisada se publique en el primer trimestre de 2023.