Por Eva Abajo
6 de julio de 2023El nombre David Bennet, de 57 años, supuso, el año pasado, un hito en el mundo de la medicina. En enero de 2022 se convirtió en la primera persona en recibir un corazón de cerdo, genéticamente modificado, para sustituir al suyo. A pesar de este milagro de la ciencia, David Bennet falleció dos meses después. Ahora, un año y medio más tarde, un estudio publicado en la revista The Lancet, y liderado por investigadores de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, ha aclarado las causas que produjeron su muerte.
El trasplante supuso una revolución en el ámbito sanitario. El paciente no cumplía los requisitos para recibir un trasplante de corazón tradicional, por lo que los médicos recurrieron a una novedosa alternativa: el trasplante de órganos procedentes de un cerdo. La operación, en principio exitosa, se truncó dos meses después: David Bennet fallecía por una insuficiencia cardiaca repentina.
Para comprender el motivo del fallo cardiaco, los investigadores de la Universidad de Maryland secuenciaron los hechos sanitarios que se produjeron en los días siguientes a la intervención quirúrgica. Según las conclusiones obtenidas en el estudio, el órgano trasplantado funcionó correctamente al principio y no mostró ninguna anomalía funcional en la ecocardiografía. El corazón “mantuvo las funciones cardiovasculares y de otros sistemas de órganos hasta el día 47 del postoperatorio, cuando se produjo la insuficiencia cardíaca diastólica”.
El equipo de investigación, tras la secuenciación del ARN de una sola célula post mortem, concluye que la muerte del paciente podría atribuirse a “causas superpuestas”, como el precario estado de salud de Bennet antes de la intervención y su grave inmunodepresión. Los investigadores afirman que en el día 50 del postoperatorio “la biopsia endomiocárdica reveló capilares dañados con edema intersticial, extravasación de glóbulos rojos, microangiopatía trombótica rara y depósito de complemento”.
Además, el equipo médico detectó la presencia de un virus porcino latente en el corazón, que podría haber contribuido al fallo del órgano trasplantado, al iniciar una respuesta inflamatoria perjudicial que provocó un grave daño celular. El estudio concluye que hay que continuar con la investigación y adoptar “medidas específicas para mejorar los resultados de los xenotrasplantes en el futuro”.