Por Pedro Gargantilla, director médico de Medicina Responsable
3 de octubre de 2024En las últimas décadas se han producido avances significativos en el campo de la neurorrehabilitación, con una mejor compresión de los mecanismos neurales subyacentes. Para hablar de esta realidad, el pasado 24 de septiembre se reunieron en el Hotel H10 Puerta de Alcalá de Madrid, en el marco de la jornada Lunch & Connect, un grupo de expertos bajo la coordinación de Medicina Responsable y con el apoyo de Neuron.
En esta reunión se puso de manifiesto la existencia de tres piedras angulares sobre las que pivota la atención sanitaria de los pacientes que han sufrido un ictus: evaluación individualizada, tratamiento personalizado y seguimiento a largo plazo. Por ese motivo es preciso establecer estrategias que maximicen la recuperación de pacientes con diferentes necesidades.
El tratamiento rehabilitador del ictus es un proceso dinámico y personalizado que se divide en varias fases, cada una de ellas con objetivos específicos y enfoques terapéuticos particulares. Por este motivo es prioritario establecer los diferentes tipos de intervención en las distintas etapas del tratamiento rehabilitador. Todos ellos encaminados a minimizar las secuelas y mejorar la calidad de los pacientes.
En este proceso la inteligencia artificial puede ser de gran ayuda a los profesionales, ya que permite analizar imágenes de resonancia magnética y tomografía computarizada para identificar con mayor precisión el área del cerebro dañada y predecir la recuperación. Además, a través del análisis de los datos obtenidos a partir de sensores y dispositivos portátiles, es posible evaluar de forma objetiva y precisa la función motora, la función sensorial y la cognitiva.
Basándose en los datos del paciente es posible generar planes de rehabilitación altamente personalizados, adaptando los ejercicios y la intensidad del tratamiento a las necesidades individuales de cada persona. Por último, la inteligencia artificial puede potenciar el uso de la realidad virtual y aumentada para crear entornos de entrenamiento más inmersivos y efectivos.
El encuentro terminó analizando cómo la robótica puede ayudar en el proceso de la neurorrehabilitación de los pacientes que han sufrido un ictus.